Turquía se ha convertido en el mercado de referencia de España para la importación de aceite de oliva. Concretamente, las compras de ‘oro líquido’ a este país se han incrementado un 300% hasta las 20.943 toneladas en 2023. Y es que, la mala campaña del aceite de oliva redujo las exportaciones españolas en un 35,8% en 2023, una tendencia que va camino de repetirse este año que compite en producción con otros países mediterráneos.
Con una disponibilidad de aceite mermada y precios triplicados en origen, la peor parte se la han llevado las exportaciones españolas a granel, que es “un mercado de precio” en el que se han posicionado otros países que venden más barato como Turquía, Marruecos y Siria. Y eso que algunos de estos países han impuesto ciertas restricciones a la exportación para dar estabilidad a sus precios internos. En 2023, España importó sobre todo aceite de oliva de Turquía -un 304% más- seguida de Portugal y Túnez, que pese a ser los principales puntos de abastecimiento exterior redujeron sus envíos en un 28% y un 38% respectivamente.
Te puede interesar: Deoleo pierde 34 millones en 2023 lastrado por los precios récord del aceite y la reducción de las cosechas
El director gerente de Asoliva, Rafael Pico, recuerda que el consumo de otros aceites y grasas se ha incrementado a nivel mundial, donde también compiten los aceites de semillas, aguacate, canola, girasol, coco y pepita de uva. En el mercado del aceite de oliva envasado, las empresas españolas están esforzándose por no perder cuota de mercado, a la espera de que en algún momento llueva y España pueda recuperar tanto su producción como sus exportaciones con la vuelta a la normalidad en los precios.
Los datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo muestran que las ventas al extranjero de aceite de oliva español sumaron el año pasado 684.500 toneladas por valor de 4.148 millones de euros. Frente al brusco descenso en volumen, las importaciones de aceite de oliva de otros países apenas bajaron el 2,3 % anual, situándose en 213.300 toneladas por 1.131 millones de euros. Según fuentes del sector, estas cifras eran previsibles, puesto que “donde no hay no se puede exportar”, en alusión a la caída a la mitad de la producción en España en la pasada campaña 2022-2023.
España dirigió en 2023 sus exportaciones de aceite de oliva especialmente a Italia (151.153 toneladas, el 52 % menos anual) y Estados Unidos (99.568 toneladas, el 36 % menos), un destino que ha tardado más en verse afectado. “En 2024 creo que la disponibilidad va a ser igual o un poco menor y va a pasar exactamente lo mismo” con el comercio exterior, augura el representante de la industria exportadora.
Te puede interesar: España anotó la tercera mayor subida de precio de aceite de oliva en UE
Previsiones para este año
Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en lo que va de campaña, de octubre a enero, la producción oleícola en España se ha incrementado un 25% respecto a los cuatro primeros meses de la campaña anterior, que fue peor por la sequía y las olas de calor. La Comisión Europea estima que la producción ha aumentado un 20% en Italia y un 19% en Portugal en ese periodo, frente al descenso del 40% en Grecia.
Fuera de la Unión Europea, la producción ha caído un 45% en Turquía, un 24% en Siria y un 1% en Marruecos, mientras que se ha elevado un 11 % en Túnez en esos cuatro meses. Se espera que las exportaciones de la UE a terceros países sumen 532.000 toneladas en la campaña 2023-2024, un 11% menos que en la anterior, y que las importaciones se sitúen en 160.000 toneladas, el 9% menos.