Ignacio Aguado nunca tuvo primer plano, pero es una de las figuras políticas más relevantes de la Comunidad de Madrid y a raíz de eso, de España, en cuanto a que suya -o de su partido, Ciudadanos, o de su líder, Albert Rivera- fue la decisión que más ha marcado en los últimos años el día a día de los madrileños, pandemia mediante. Tiempo más tarde, haciéndose pequeño en el gobierno del que optó formar parte, llamó “temeraria” a la dirigente a la que confió la suerte de los ciudadanos. Ella ostenta hoy mayoría absoluta y gran trascendencia nacional; él cofundó una consultora y frecuenta los platós.
Aguado (Madrid, 1983) fue uno de los primeros rostros de Ciudadanos cuando trascendió de Cataluña, junto a Begoña Villacís. Ambos representaban una renovación en el centro-derecha como el que significaba Albert Rivera, proyectando una imagen de juventud y competencia y frente a un PP al que podían dar un buen mordisco, más envejecido y con incontables cuentas pendientes con la justicia. Vendían además que eran “bisagra”, centro puro, y que podían pactar a ambos lados, tratando de arrebatar también a un débil PSOE.
Aguado tenía un gran currículum: licenciado en Derecho y Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Pontificia Comillas y en Ciencias Políticas y de la Administración por la Autónoma de Madrid. Según su perfil en LinkedIn, también se formó en Comunicación Política e Institucional, obtuvo un máster en negocio energético por el Club Español de la Energía y se tituló en lobby & advocacy por el Instituto de Empresa. En 2008 se incorporó al Departamento de Relaciones Institucionales y Regulación de Unión Fenosa Gas y cinco años más tarde fue nombrado responsable del Departamento de Inteligencia de negocio.
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Gabilondo o Ayuso
En 2015, Rivera le elige para liderar el proyecto nada menos que en la Comunidad de Madrid, encabezando la lista a la Asamblea en las elecciones. Y a la primera fue un éxito, obteniendo 17 escaños y resultando clave para que gobernara Cristina Cifuentes, que ganó claramente pero sin mayoría absoluta. Mayor fue el éxito en 2019, cuando pasó de 17 a 26 parlamentarios, pero también mayor el dilema. Por lógica y como partido “bisagra”, y como ya hizo en 2015, todo apuntaba a que debía optar por la opción ganadora. Se trataba además de una decisión de la que dependía el futuro de los madrileños de forma radical, como radicalmente opuestos eran los candidatos de PSOE y PP.
Ángel Gabilondo ganó las elecciones con 37 escaños, 7 más que una Isabel Díaz Ayuso que había perdido 18 respecto a Cifuentes en 2015. El PSOE le ofreció hasta ser presidente, pero Aguado eligió a Díaz Ayuso, que le hizo vicepresidente y consejero de Deportes, Transparencia y Portavoz. La relación nunca fue estrecha y la pandemia terminó de desbaratarla. En 2021, amparada en una moción de censura fallida en la Región de Murcia en la que PSOE y Ciudadanos trataron de echar del gobierno al PP, Díaz Ayuso rompió con su socio y adelantó elecciones, convencida de que iba a mejorar resultado y con suerte, alcanzar la absoluta. Ciudadanos -Edmundo Bal- obtuvo un total de cero escaños.
Aguado acabó dejando la política y quejándose de Díaz Ayuso, que había aprovechado bien la oportunidad que le brindó Ciudadanos para convertirse en una figura política de primer orden en España, principal figura de oposición a Pedro Sánchez y con enorme peso en el PP. “Ayuso es una temeraria y tiene que pagarlo”, se quejó Aguado años más tarde de su decisión, cuando ella había logrado todo y él se quedaba sin nada.
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CEO en una consultora
En una entrevista concedida a El País, explicó cómo era su presencia en aquél gobierno, en concreto en los meses que más golpeaba el Covid-19: “Empieza a haber una mayor polarización, un mayor enfrentamiento con el Gobierno de España. En muchas ocasiones necesario. En otras muchas, impostado, artificial. No entiendo la política como una confrontación permanente y menos en una pandemia. Eso fue lo que a mí me hizo rebelarme. (...). Fui capaz de conseguir una reunión entre Ayuso y Sánchez, que días antes ni se cogían el teléfono. De eso me siento orgulloso. Pero la sensación de estar en un punto de no retorno era evidente. Mi papel era muy incómodo”.
Preguntado por “cómo hace política Ayuso”, respondió así: “Tiene una vocación de servicio público muy grande, le preocupa Madrid, y España... Otra cosa es que políticamente también tenga sus intereses, y quiera alcanzarlos sacrificando determinados principios y valores. Es ahí donde ella me saca un cuerpo de ventaja. (...) No puedes anteponer tu interés político, personal, al interés de seis millones de personas. (...) Por eso me ganó. Yo podría haber sido presidente de Madrid, y no lo fui porque decidí no traicionar mis principios (pactando con el PSOE). Eso me ha llevado a estar fuera de la política, durmiendo a pierna suelta”.
Así, durmiendo “a pierna suelta”, Aguado es cofundador y CEO de Jastag, una consultora de comunicación especializada en estrategia digital y producción de contenido audiovisual. Es además miembro del Comité Ejecutivo de Madrid Foro Empresarial y profesor externo en la Universidad Europea de Madrid, donde imparte clases en el Máster de Comunicación y Asuntos Públicos. Es habitual además verle en televisión, primero con Risto Mejide en Todo es mentira, en Cuatro, y actualmente en La Hora de La 1, en TVE.