La entrevista de Risto Mejide a José Luis Ábalos en Todo es mentira ha tenido una gran repercusión nacional y sus declaraciones han hecho surgir nuevas informaciones en torno al caso Koldo. El exministro socialista dejó claro que esa sería su última aparición en televisión y todas las cadenas han recogido extractos de su charla con el presentador, quien ha querido lanzar un reproche a Mediaset este viernes.
El publicista ha abordado al inicio del programa la trascendencia de la entrevista al ahora diputado del Grupo Mixto y se ha dirigido a la cadena de Fuencarral: “Todos los medios hablan, que no necesariamente citan. Es una reivindicación en la que yo ya tiro la toalla, porque ya sé que la entrevista ha tenido mucho tirón mediático, pero se ha vendido así, sin obligación de citar a nadie”, ha expresado.
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Así, Mejide advertía de que estaba enviando un mensaje para “esta casa”. Y agregaba: “Si esta casa no valora lo que tiene, cómo lo van a hacer los rivales. Si se regala una entrevista de esta manera, por mucho dinero que se cobre, estás tirando el dinero. Que lo recoja quien lo tenga que recoger”.
Aunque no ha querido profundizar más en este asunto, de sus palabras se deduce que Mediaset ha vendido las imágenes de la entrevista a Ábalos sin exigir como condición que otras cadenas citen el origen de las mismas, algo que ha molestado al que ha sido el último presentador de televisión que ha logrado hablar con el político en medio del escándalo por la presunta trama corrupta del que fuera su asesor.
Cabe destacar que la comparecencia del exministro en Todo es mentira apenas fue promocionada por la compañía audiovisual, que no emitió ninguna pieza promocional ni hizo llegar a la prensa el anuncio de que el protagonista de la actualidad política estaría en directo en el programa de Cuatro.
Las lágrimas de Ábalos
En su conversación con Risto, José Luis Ábalos relataba que entre él y el PSOE ha habido “perfecta comunicación” en todo momento y hasta hizo llegar a su ya exformación lo que iba a decir durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados. “Sigo en contacto con la dirección de mi grupo parlamentario...”, decía, corrigiéndose al instante: “Ya no es mi grupo parlamentario, qué pena”.
Entre lágrimas y con la voz rota, el exministro de Transportes confesaba lo que más le molesta de lo que está ocurriendo: “Me dan pena los compañeros. Mantengo relación con ellos, hoy mismo hablaba con la secretaria general sobre si valía la pena que fuera a votar o no...”.
A la pregunta de si lo que le da pena es que le hayan dejado solo, el diputado aseveró que no es así: “Me da pena dejarles yo, no me han dejado solo”. Además, expresaba con pesadumbre que lo que más le duele es perder “el sentido de pertenencia, la identidad. Son 43 años defendiendo esos colores y vidas”.