José Luis Ábalos sabía que la Guardia Civil estaba investigando a su exasesor, Koldo García, por el cobro de presuntas comisiones ilegales, relacionadas con contratos millonarios para la compra de mascarillas en el peor momento de la pandemia de Covid-19, desde -al menos- el 4 de noviembre de 2023, según consta en los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Benemérita a la que ha tenido acceso en exclusiva El Mundo. De acuerdo al sumario de la UCO, García le hizo llegar al exministro documentos relativos a la investigación policial por medio de su hermano Joseba, quien también está imputado en la trama.
La unidad de élite de la Guardia Civil detalla que Ábalos recibió tres documentos: una resolución del Consejo de Transparencia, donde se solicitaba el contrato de Adif y del Ministerio de Transportes con la empresa de la trama, Soluciones de Gestión; un informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas, de octubre de 2022; y la respuesta del Ministerio al Consejo de Transparencia, fechado en agosto de 2022.
Te puede interesar: El cabecilla del ‘caso Koldo’ queda en libertad tras declarar que actuó en ayuda de “los españoles”
Dos días antes de que su exjefe recibiera la información, Koldo García se reunió en la marisquería La Chalana con cargos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y compañías públicas vinculadas a éste: Emfesa y Adif. A la mañana siguiente, según se detalla en el informe de la UCO, Koldo llama a Joseba para saber “si había quedado al día siguiente con José en Valencia” y su hermano le confirma que lo haría al día siguiente, momento en el que Koldo le solicita que lleve unos papeles que le habían dado para su exjefe.
De acuerdo a los investigadores, los hermanos acordaron que Koldo dejase la documentación para Ábalos “en la furgoneta”, vehículo que Joseba recogería alrededor de las 7.30 horas en la residencia que su hermano tiene en Palop de La Marina (Alicante) para poder estar sobre las 9.00 horas en Valencia. el 4 de noviembre, la Guardia Civil sigue a Joseba, quien es interceptado en la AP-7 a las 8.54 horas, donde se le interviene un sobre con tres documentos. Tras un registro de 19 minutos, continúa su camino y, a las 9.44, llega a un domicilio al que ingresa portando el sobre. El mensajero no permanece en la vivienda ni diez minutos y se retira de ahí a las 9.52. Finalmente, a las 10.06, los agentes fotografían a Ábalos saliendo de ese mismo portal.
Ábalos, el “intermediario”
El sumario de la UCO también señala que la última reunión conocida entre Ábalos y Koldo tuvo lugar el pasado 10 de enero -de nuevo- en la marisquería La Chalana, entre las 21.15 y las 22.20 horas. Aquella cena obedecería a la reclamación de Baleares de 2,6 millones sobre el pago de 3,7 millones de euros que el gobierno de Francina Armengol, actual presidenta del Congreso, hizo a la empresa Soluciones de Gestión por mascarillas que resultaron ser de una calidad inferior a la requerida.
Te puede interesar: Ábalos se da el día libre y pone el foco sobre Pedro Sánchez en el Congreso, con Feijóo en tromba: “Usted lo sabía y lo ocultó”
El exministro de Transportes, siempre de acuerdo a la investigación de la UCO, habría actuado como “intermediario”, a petición de Koldo García, en las gestiones realizadas con la administración balear para buscarle una solución al reclamo, realizado por el gobierno de Armengol, por el contrato de las mascarillas que nunca llegaron a utilizarse.
De hecho, el día previo a reencontrarse con Ábalos, Koldo mantuvo una conversación telefónica con el dueño de Soluciones de Gestión, Juan Carlos Cueto. “Esto era un favor... él y su ex jefe...y parece ser que el otro ha dicho que sí...porque le han dado otro favor a cambio”, explica Cueto en una conversación intervenida por la Guardia Civil unos días antes. Para los investigadores, Cueto se refería al exministro.