La financiación de la Atención Primaria se queda corta: ninguna comunidad autónoma alcanza el 25% recomendado por la OMS

La Atención Primaria (AP) en España está infrafinanciada, según la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP). Su informe, La Atención Primaria en las Comunidades Autónomas, evidencia que todas las regiones españolas destinan menos del 25% de su presupuesto sanitario a la Atención Primaria, en contra de las recomendaciones de la OMS. La FADSP denuncia la falta de atención por parte de las administraciones al nivel asistencial “más importante para el funcionamiento del sistema sanitario”.

Si bien el porcentaje de los presupuestos sanitarios dedicados a la Atención Primaria ha ido creciendo en los últimos años, la federación señala que se trata de “un aumento mínimo” que se queda “muy lejos del objetivo del 25 % al que parece que las CCAA han desistido de alcanzar”.

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El estudio de FADSP señala que la mayoría de las comunidades incrementaron ligeramente el gasto sanitario entre 2021 y 2022, pero solo Baleares y Castilla-La Mancha tuvieron un incremento significativo (14,96 % y 20,30 % respectivamente). El gasto promedio por habitante fue de 268,95 euros a nivel nacional en 2023, que se incrementa en menos de dos euros para 2024, según los datos disponibles.

El porcentaje de lo presupuestos sanitarios dedicados a la Atención Primaria aumentó entre 2021 y 2023, pero el aumento ha sido mínimo este 2024. Actualmente, es Extremadura la que más invierte en sus centros sanitarios, a los que destina el 18,58 % de su presupuesto de Salud. Valencia, por su parte, no llega al 10 %.

En el presupuesto per cápita, la FADSP ha detectado un aumento de 46,06 euros entre 2021 y 2024. Mérida continúa liderando el ranking nacional, con 402 euros gastados en la Atención Primaria por habitante, muy por encima de la media española (287,4 euros). En el punto contrario está la Comunidad de Madrid, cuyo gasto es de 150,9 euros por habitante. “Se produce un aumento en todas las CCAA menos Asturias (41,3€ menos), Madrid (4,12€ menos) y La Rioja (8€ menos) y las 3 que prorrogan que mantienen el presupuesto per cápita del año anterior (Castilla y León, Cataluña y Navarra)”.

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“Desgraciadamente se constata el poco interés de las administraciones autonómicas por reforzar la AP de sus respectivos territorios ya que esta insuficiencia financiera se trasladara de manera casi inevitable a un empeoramiento de la misma”, critica la federación.

La situación presupuestaria suele condicionar los recursos y por ende, la plantilla. La información recopilada por la FADSP, relativa al año 2022, muestra un aumento generalizado de los pacientes atendidos por cada médico de familia. Miden este dato a partir de las tarjetas sanitarias individuales (TSI) asignadas a cada facultativo. Entre el 2010 y el 2019, se experimentó una disminución de los pacientes asignados a cada trabajador, pero este número no ha hecho más que crecer en los últimos años. En el 2022, fue Baleares la comunidad con peores datos (1.735 pacientes asignados por profesional), frente a Castilla y León, donde los doctores atendían a 931 pacientes.

La situación general no es ideal, pues muchas comunidades superan las 1.500 TSI por profesional, límite máximo para garantizar una adecuada atención sanitaria. En el conjunto de España, el 59,35 % de los médicos de familia tiene más de 1.500 TSI y el 4,14 %, más de 2000 pacientes. Destacan los casos de Madrid (el 47 % de los facultativos superan los 1.500 pacientes) y Baleares (el 77,52 % de los facultativos superan los 1.500 pacientes).

En Enfermería los datos son totalmente opuestos: salvo por la Comunidad de Madrid, se ha experimentado una reducción del 11,20 % de las TSI asignadas por cada trabajador. La media actual se sitúa en los 1.426 pacientes por cada enfermero (1.979 en Madrid).

El barómetro sanitario de 2023 muestra la predisposición de los españoles a la atención sanitaria pública: el 70 % de los ciudadanos prefieren ir a centros de titularidad pública frente a los centros privados (1,4 puntos por encima de los resultados en 2022). Las variaciones van desde el 80,2 % en el País Vasco al 63,7 % en Cataluña.

Sin embargo, la valoración de la ciudadanía ante la Atención Primaria se ha devaluado en los últimos años. Así, si en 2019 los españoles le daban un 7,29 sobre 10 de media a los centros sanitarios públicos, en 2023 le otorgaron un 6,37 sobre 10, un resultado ligeramente mejor respecto a 2022 (6,23 sobre 10). La comunidad autónoma en la que peor se valora la Atención Primaria pública es en Andalucía, que en cuatro años ha pasado de valorarla con un 7,01 a un 5,98.

Las demoras en la atención han tenido que ver en en esta bajada. El porcentaje con demoras superiores a 2 días según CCAA van desde el 92,8% en Andalucía al 68,3 % en Navarra, y con demoras mayores de 7 días desde el 69% en Andalucía al 20,6% en Navarra. Un 25,9 % de los pacientes esperaban 11 o más días en 2023 para ser visto por su médico. Los plazos van de los 12,14 días de media en Cataluña hasta los 4,88 en Asturias.