El bonito pueblo de Huesca atravesado por un río que esconde una de las cascadas más impresionantes del Pirineo

Esta villa se ubica a los pies del Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido, brindando una experiencia rural inolvidable

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Broto, en Huesca (Shutterstock).
Broto, en Huesca (Shutterstock).

A las puertas de uno de los parajes naturales más impresionantes del mundo, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, y atravesado por el río Ara, emerge uno de los pueblos más bonitos de los Pirineos. En él, la naturaleza es la única protagonista, brindando paisajes e imágenes inolvidables que se combinan a la perfección con la tradición y la cultural de este pueblo de montaña.

En Broto, todo es paz y tranquilidad, pues se trata de uno de los destinos rurales más impresionantes de la región. No solo por lo que la localidad esconde, sino también por el entorno que le rodea, el cual permite descubrir rincones mágicos que dejan con la boca abierta. De hecho, la misma villa deja disfrutar de un pellizco de lo que espera en el corazón de los Pirineos, pues alberga una cascada que es de las más impresionantes de la zona.

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Dos barrios unidos por un puente

Broto, en Huesca (Shutterstock).
Broto, en Huesca (Shutterstock).

El río Ara atraviesa esta localidad, la cual se encuentra divida en dos barrios unidos por un puente gótico. Sus calles presentan un entramado urbano repleto de edificios históricos que conforman un rico patrimonio. Así, destaca la Casa del Valle y su torre defensiva del siglo XVI, la cual se utilizó como cárcel durante varios siglos. Incluso desde el portal web de Turismo de Aragón afirman que “en sus ennegrecidas paredes todavía se conservan los grabados plasmados por los presos para combatir el tedio”.

Otra de las paradas obligadas es la iglesia de San Pedro Apóstol, un templo construido en el siglo XVI que presenta una imponente torre almenada y una pintoresca portada esculpida con la fachada de arco de medio punto. A esto se le suma su ubicación, pues se enclava en lo alto de una ladera, lo que ofrece unas vistas impresionantes de todo el valle. Aunque si por algo destaca la localidad es por el monumento natural que alberga.

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Una bonita cascada y rutas de senderismo

Cascada de Sorrosal, Broto, en Huesca (Shutterstock).
Cascada de Sorrosal, Broto, en Huesca (Shutterstock).

Se trata de la impresionante cascada de Sorrosal, un salto de agua que se sitúa en el barranco que lleva su nombre y que es un afluente del río Ara. Para llegar hasta él tan solo hay que seguir un camino que lleva pocos minutos y que parte desde la misma localidad. Su impresionante caída de agua, especialmente durante la época de lluvias, permite disfrutar de un paisaje maravilloso.

Además, desde la cascada parte la conocida como Vía Ferrata de Sorrosal, un sendero de apenas dos kilómetros que discurre por puentes, zonas verticales, un túnel y una pequeña cueva, además de estar jalonada por cascadas. Igualmente, a las afueras de la localidad se localizan otros atractivos de interés que termina por completar su rico conjunto monumental. Estos la ermita de la Virgen de Morillo y la ermita de San Blas, la cual albergaba un retablo de gran relevancia que a día de hoy se puede contemplar en el museo de Zaragoza.

Este alojamiento no es solo espectacular durante los meses de invierno, sino que en los de verano se puede disfrutar de su piscina, a la vez que se contemplan una de las mejores vistas del Valle de Arán

Cómo llegar

Desde Huesca, el viaje hasta Broto es de alrededor de 1 hora y 10 minutos por las carreteras A-23 y N-260. Por su parte, desde Pamplona el trayecto tiene una duración estimada de 2 horas y 20 minutos por la vía A-21.

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