La vida de Iñaki Urdangarin ha copado muchos titulares en los últimos años, especialmente ligados a su paso por la cárcel y a su ya extinta relación con la infanta Cristina, pero lo cierto es que la vida del vasco va mucho más allá. Una de las facetas de las que está más orgulloso es la de padre y, si bien sus problemas con la justicia le han impedido estar junto a sus hijos en algunos momentos clave, ahora que ya goza de libertad aprovecha siempre que puede para estar con ellos.
Así ha sucedido este sábado 24 de febrero, pues ha querido recorrer la distancia entre Vitoria, donde reside, y Santander para dar una sorpresa y apoyar a Pablo, el único de sus vástagos que ha seguido sus pasos en la que era su profesión, el balonmano. Pero él no ha dudado en recorrer los más de 160 kilómetros que hay entre ambas localidades, sobre todo porque ha podido pasar un rato con él, le ha visto jugar y se ha ido con un gran sabor de boca.
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Como era de esperar, la presencia del exduque de Palma en el pabellón La Albericia despertaba la curiosidad de todos los presentes, que han sido muy respetuosos y le han permitido disfrutar de la jornada como a un padre más.
Como en otros encuentros deportivos, padre e hijo han estado hablando de manera relajada, seguramente sobre el partido y es que Iñaki es uno de los grandes representantes de este deporte en España, donde llegó a jugar en tres Juegos Olímpicos, además de lograr diferentes medallas nacionales e internacionales.
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Finalmente, el resultado hacía que el viaje mereciera la pena, pues el equipo de Pablo Urdangarin consiguió la victoria por 25 goles contra 38, imponiéndose al conjunto local, el Bledio Sinfín. El equipo del sobrino de Felipe VI, el Franklin Granollers, está disfrutando de una gran temporada a la que todavía le quedan varias jornadas, pues este ha sido el decimonoveno partido.
Al terminar el partido, Iñaki bajó hasta la pista para reencontrarse con su hijo y darle la enhorabuena, pero al encontrarle con los ánimos bajos, intentó animarle y demostrarle que él le entiende mejor que nadie. Si bien los dos intentaron centrarse en su conversación, varios admiradores les pedían hacerse una fotografía con ellos, algo que aceptaban encantados y para lo que sonreían sin dudar, aunque tuvieran que posponer su charla para más adelante.
Reencuentro público
Esta ha sido la primera vez que Iñaki Urdangarin se ha dejado ver en público desde hace dos meses para apoyar a Pablo. La última vez que se le vio en un campo fue el pasado 16 de diciembre, cuando se desplazó a Irún, en Guipúzcoa, para ser testigo de la semifinal de la Copa de España de balonmano entre el Barça y el Franklin Granollers.
Además, ha sido la gran reaparición de Iñaki tras confirmarse su divorcio con la infanta Cristina, con quien firmaba los papeles de su separación definitiva a finales del pasado año, dando paso a una nueva etapa de su vida.