La Vía Verde del Río Serpis, un pasaje directo al pasado industrial de Alicante

A lo largo de sus 13 kilómetros, los caminantes y ciclistas pueden explorar los restos de una era pasada

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La Vía Verde del Río Serpis ofrece a los visitantes la oportunidad de sumergirse en un viaje a través del tiempo, donde la historia industrial se entrelaza con la belleza natural del paisaje valenciano. Este sendero, que sigue el antiguo trazado ferroviario entre Alcoy y Gandia, es mucho más que una ruta recreativa, es un testigo vivo del legado industrial de la región y un santuario para los amantes de la naturaleza.

A lo largo de sus 13 kilómetros, los caminantes y ciclistas pueden explorar los restos de una era pasada mientras disfrutan de la serenidad proporcionada por las aguas del río Serpis, que fluyen en armonía con el entorno.

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El trayecto de la Vía Verde

Alrededor del trazado férreo se distribuyen fábricas, infraestructuras e incluso casas de trabajadores. Sin embargo, muchos de los puentes que antes permitían cruzar la vía del tren están ahora destruidos. Así, el cierre definitivo de la línea férrea en 1969, supuso el desmantelamiento de todas las instalaciones. A pesar de ello, aún se pueden divisar los vestigios del paisaje industrial que alguna vez dominó la zona. De entre todo, destacan los molinos y las centrales hidroeléctricas que servían de generadoras de energía. Aunque también se pueden encontrar pasos como túneles que señalan la adaptación a la orografía que tuvo que realizarse para la construcción de la vía.

El recorrido entre Villalonga y Lorcha sigue una trayectoria lineal, con ida y vuelta por el mismo camino. Esta ruta, caracterizada por su sencillez y escaso desnivel, ofrece un trazado amplio y fácilmente transitable. “Es imposible perderse”, señalan desde la Agrupació Muntanyista Villalonga. Más allá de su valor histórico, las cualidades físicas de esta ruta la convierten en un destino atractivo para personas de todas las edades.

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Si se inicia desde Lorcha, el punto de partida es la antigua estación de tren. No obstante, el camino por la Reprimala se presenta como la mejor alternativa para aquellos que sufren de vértigo y quieren comenzar el camino evitando pasar por unos tubos rojos. Ambas opciones llevan al mismo destino, donde solía pasar la antigua vía del tren.

Una de las rutas más impresionantes de España: conduce a un mirador natural a través de un túnel en mitad de la montaña.

Lo más destacado de la ruta del Serpis

El tramo de la Vía Verde del Serpis es un testimonio vivo del legado industrial de la región. Entre Lorcha y Villalonga se encuentran las cinco fábricas de luz, antiguas centrales hidroeléctricas que aprovechaban el caudal del río Serpis y que en tiempos pasados funcionaban como molinos.

Destaca la fábrica de la Reprimala, una imponente estructura que alguna vez fue un molino de harina y una fábrica de papel, visible desde un puente de hierro cercano. También encontramos la fábrica del Céntim o dels Ullals, ahora en ruinas; la fábrica de la Mare de Déu, donde se encuentra un pequeño ermitorio que recuerda una antigua tradición que narra el hallazgo de una imagen de la Virgen flotando río arriba por un carbonero; la fábrica del Racó del Duc; y los Molins de l’Infern, que en el pasado servían como lugar de descanso para viajeros y trenes. A lo largo de este recorrido, podemos apreciar también los restos de los azudes que alguna vez pertenecieron a estas fábricas ahora abandonadas.

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