Koldo García Izaguirre sale en las fotos en un segundo plano, es una presencia colindante a la acción. Es natural, su función antes era ser guardaespaldas, militante de base o asesor y ninguna de esas tareas obliga a pararse delante de los micrófonos y dar la cara. A pesar de su posición difuminada, no es difícil encontrarle en las imágenes, su presencia es rotunda, enorme, incluso al lado de Pedro Sánchez o José Luis Ábalos, que son ya de por sí bastante grandes. Ahora ha pasado a primer plano porque un caso de corrupción, el primero que atañe directamente al entorno de Sánchez, orbita a su alrededor.
García Izaguirre durante mucho tiempo no era nada concreto, pero ahí estaba. Su función era ser un militante de base del PSOE en Navarra, también de UGT, de esos que aparecen en las convocatorias y responden al toque de corneta en cualquier llamamiento. A veces para hacer bulto, porque se necesita gente para eso también.
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Era especialmente activo, tanto que el propio Sánchez, en 2014, le dedicó en Facebook un encendido elogio. “Pamplona nos descubrió a uno de los gigantes de la militancia en estas tierras navarras. No obstante, este guerrillero de grandes dimensiones físicas, y corazón comprometido, es un referente político en la lucha contra los efectos de la crisis y las políticas de la derecha. Es el último aizkolari socialista, - afirma él-. Ex escolta de Nicolás Redondo, sindicalista de la UGT y miembro de la Plataforma Stop Desahucios, también es conocido en la comarca por sus Ordenanzas ‘revolucionarias’ como los 1.000 euros para contratos a desempleados, o los 8.000 para emprendedores del comercio”, decía el presidente por aquellos tiempos, un mensaje que sigue presente en la red social. Ahora, dice el partido, ya no militaba.
En aquel momento ya había accedido a un puesto público. Fue concejal en Huarte y de ahí pasó a asesorar a José Luis Ábalos, ministro de Fomento de 2018 a 2021. Se desconoce en qué área concreta le asesoraba, antes de entrar en política había ejercido como portero de discoteca, como escolta y como guardia jurado. La militancia le dirigió a la política activa.
Sus oficios previos le llevaron también a una condena por una agresión a un menor en 2011 en unos hechos acaecidos la noche del final del Mundial de Sudáfrica, un caso en el que también se vio involucrado un policía. En 2019 dejó sus labores como asesor y pasó al consejo de Renfe Mercancías por expreso deseo del por aquel momento ministro. De hecho, cuando este salió del Gobierno su sucesora Raquel Silva no tardó prácticamente nada en apartarle del cargo, remunerado con dietas de entre 800 y mil euros en cada una de las reuniones mensuales según informó en su momento El Economista.
La afectación en el partido
El nombramiento de García ya propició preguntas parlamentarias en su momento, pues no era una figura discreta y no se entendía la relación de alguien que había sido encargado de seguridad con un cargo como el de RENFE. Había runrún. La respuesta de Ábalos fue un poco confusa, además de defender la legalidad del nombramiento aseguró que García Izaguirre “salvó la vida a dos policías tras más de 20 años como escolta en el País Vasco”, como bagaje suficiente para el puesto.
En su pasado como lugarteniente de Ábalos también le tocó cerca el Caso Delcy. La ministra venezolana tenía prohibida la entrada en la UE, pero aterrizó en Barajas y el ministro acudió al aeropuerto y estuvo departiendo una hora con ella dentro del avión. Fue en su coche privado, acompañando por Koldo García, que se quedó esperando en la sala vip del aeródromo madrileño.
Ahora ha sido detenido y puesto en libertad provisional con la prohibición de salir al extranjero durante el proceso. La trama de fondo tiene que ver con la corrupción en la compra de mascarillas durante la pandemia del covid-19. Se le acusa de cobrar comisiones excesivas mediante empresas adjudicatarias de compras públicas. Los contratos firmados se dispararon a más de 50 millones de euros.
En el caso hay 19 detenidos más y también un rastro político. Entre los compradores de mascarillas estuvieron los gobiernos de Canarias -por consejo de Ábalos, según El Periódico de España- y Baleares, que en aquel momento dirigían el actual ministro, Ángel Víctor Torres, y la presidenta del Congreso Francina Armengol. Obviamente en esta lista se suma también el propio exministro Ábalos, aunque ayer fue inquirido por la prensa y se desvinculó de la trama.
Baleares, de hecho, llegó a denunciar las comisiones excesivas de las empresas enlazadas con García Izaguirre y a reclamar 2,6 millones de vuelta aunque, bien es cierto, lo hicieron solo el mes antes de haber perdido el gobierno de las islas a pesar de tener conocimiento bastante antes del funcionamiento de la trama.
Aunque ya había existido en tiempo de Pedro Sánchez una trama corrupta vinculada al PSOE, el caso comisiones, esta es la primera de calado real, la que más cerca le ha cogido, pues Ábalos no solo fue ministro sino también Secretario de Organización socialista, una persona en el pasado muy cercana e importante dentro del entorno del presidente.