La incapacidad permanente total es un grado de la incapacidad permanente, que se define como aquella situación de un trabajador que, tras pasar por una situación de incapacidad temporal por motivo de enfermedad común, profesional o accidente, presenta reducciones anatómicas o funcionales graves que disminuyen su capacidad laboral. Esta condición también puede aplicarse a personas con discapacidad cuya condición se ha agravado durante su vida laboral, lo que resulta en una disminución de su capacidad para trabajar.
En concreto, la situación de incapacidad permanente total inhabilita al trabajador para la realización de todas o las tareas principales de su profesión habitual, pero no impide que pueda dedicarse a otra profesión distinta.
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¿Cuáles son los requisitos para acceder a la incapacidad permanente total?
Para obtener una declaración de incapacidad permanente total y la correspondiente prestación, se deben cumplir los siguientes requisitos:
- No tener la edad para la jubilación o no cumplir los requisitos para acceder a ella.
- Estar afiliado a la Seguridad Social y en situación de alta o asimilada.
- Para aquellos cuya incapacidad se deriva de una enfermedad común, haber cotizado un período mínimo, que varía según la edad del solicitante.
¿Cuánto se percibe por la incapacidad permanente total?
La cuantía de la prestación se calcula aplicando un porcentaje a la base reguladora del trabajador, dependiendo de la causa que originó la incapacidad. En general, este porcentaje es del 55% de la base reguladora, pudiendo aumentar en un 20% para personas mayores de 55 años, si se presume que tendrán dificultades para encontrar empleo debido a su situación.
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En casos de incapacidad debido a accidente de trabajo o enfermedad profesional, la prestación puede aumentar del 30% al 50% si se determina que el empresario incumplió las normas de prevención de riesgos laborales.
¿Es posible trabajar con una incapacidad permanente total?
Aunque la incapacidad permanente total limita las capacidades para realizar el trabajo habitual, no impide que el trabajador pueda desempeñarse en otra profesión. Sin embargo, hay excepciones, como en el caso de aquellos que perciben un aumento del 20% en la prestación, quienes no pueden realizar trabajos por cuenta ajena o propia.
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¿Cómo se realiza el pago y cuándo se puede jubilar una persona con incapacidad permanente total?
Las prestaciones se pagan a partir del día 25 de cada mes, y la jubilación es posible cuando se alcance la edad legal de jubilación, o excepcionalmente a los 56 años si la persona tiene reconocida una discapacidad igual o superior al 45%.
¿Es la incapacidad permanente total revisable?
Sí, la incapacidad permanente total puede ser revisada por mejoría o empeoramiento de la condición del beneficiario. La revisión es competencia de la Seguridad Social, y puede dar lugar a cambios en la prestación o a su extinción.
En resumen, la incapacidad permanente total es una condición que puede afectar significativamente la capacidad de trabajo de un individuo, pero no lo excluye necesariamente del mercado laboral. Sin embargo, las condiciones y la cuantía de la prestación varían según cada caso específico.