Iberdrola obtuvo un beneficio neto de 4.803 millones de euros en el año 2023, lo que representa un incremento del 10,7% con respecto al ejercicio anterior y pulverizar así sus ganancias récord de 4.339 millones de euros de hace un año, informó la compañía.
Las inversiones brutas de la energética alcanzaron también la cifra récord de 11.382 millones de euros, con un crecimiento del 6,0% frente a 2022, con un crecimiento del RAB en el negocio de redes del 8% hasta los 42.210 millones de euros y habiendo instalado más de 3.250 megavatios (MW) renovables en 2023 -que han supuesto una inversión de 5.000 millones de euros, el 60% en eólica marina e hidroeléctrica-, sumando una capacidad instalada total de 42.187 MW en el mundo.
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En España, las inversiones superaron los 2.300 millones de euros. En los últimos tres años, destinó más de 33.500 millones en todas las geografías, de los cuales 7.600 millones fueron en España. El resultado bruto de explotación (Ebitda) de Iberdrola creció un 9% en 2023, hasta los 14.417 millones de euros, debido a la recuperación de la producción y a la eficiencia operativa que incluye 117 millones de euros de gasto en el cuarto trimestre para eficiencias recurrentes en años venideros.
Además, el grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán completó su plan de rotación de activos con el reciente cierre de la transacción en México y la entrada esperada de caja en los siguientes días -el 26 de febrero- de unos 6.000 millones de dólares, además de las alianzas internacionales con Norges Bank, Masdar y GIC, lo que le ha permitido reforzar el balance y maximizar el acceso a nuevas oportunidades de crecimiento.
Paga más de 3.500 millones en impuestos en España
A pesar de estas ganancias históricas, Iberdrola destacó que realizó una aportación histórica a las arcas públicas de los países en los que está presente de casi 9.300 millones de euros el año pasado, un 24% más que en 2022. España es el país en el que más contribuyó la compañía, con casi 3.500 millones de euros, lo que supone un incremento del 35%.
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, destacó que en 2023, a pesar de ser un año de incertidumbres macroeconómicas, el grupo ha sido capaz de mantener su “histórica trayectoria de cumplimiento de objetivos, gracias a un modelo de negocio integrado y a una estrategia centrada en inversiones y crecimiento en mercados estables”.
“Después de un año de inversiones récord, hemos afianzado nuestra solidez financiera y continuaremos invirtiendo significativamente en la transición energética en 2024. Los nuevos marcos de inversión en redes y nuestros proyectos eólicos marinos en construcción nos ayudarán a conseguir un crecimiento sólido y rentable para el año”, dijo.
Considerando el cierre de la operación de México, la deuda neta baja hasta situarse en una horquilla entre los 42.000 y los 42.500 millones de euros y el ratio de generación de caja sobre la deuda neta mejora hasta el 25,8%. Así, la liquidez del grupo se sitúa en los 20.900 millones de euros, lo que le permitiría cubrir 27 meses de necesidades financieras sin recurrir al mercado y la vida media de su deuda roza los 6 años.