La red vial española está formada por miles de kilómetros de asfalto, que tejen una red de carreteras con las que los conductores pueden desplazarse a cualquier punto de España. Pero lo cierto es que para poder conducir correctamente, es necesario que la conducción sea lo más segura posible.
Para ello, se tiene que cumplir dos factores: en primer lugar, las que puede llevar a cabo el individuo en sí mismo y sobre las que tiene control, como puede ser regular la velocidad, no consumir alcohol y drogas y evitar distracciones.
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Pero esto no siempre es suficiente. Más allá de las distracciones conduciendo o la ingesta de drogas o alcohol, hay otras circunstancias que también pueden influir en las estadísticas de siniestralidad en las carreteras: su estado.
Este hecho repercute en que, de los 3.067 siniestros que ocurrieron en España entre 2019 y 2021 ocurridos entre los 25.000 kilómetros de las carreras españolas, existen ocho tramos de riesgo alto que están repartidos a lo largo y ancho del estado.
Estas son las conclusiones a las que ha llegado el estudio Evaluación de la Red de Carreteras del Estado presentado por Real Automóvil Club de España (RACE) como miembro de EuroRAP (European Road Assesment Program analizando los datos de accidentalidad referentes al periodo comprendido entre los años 2019 y 2021.
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Los puntos más peligrosos
El informe localiza un total de 45 tramos se denomina de “riesgo elevado”, de los cuales ocho son tramos “negros”, considerados de “riesgo alto” para la seguridad de sus usuarios y que en total suman 93 kilómetros.
En concreto, la N-634, en Cantabria, entre los puntos kilométricos 232,8 y 243,1, es la carretera con un mayor riesgo de sufrir un accidente grave. El resto de “puntos negros” se encuentran en la N-340 (Andalucía), N-345 (Murcia), N-230 (Cataluña), N-234 (Aragón), N-323 (Andalucía), N-331 (Andalucía) y la N-122 (Castilla y León). Por comunidades autónomas, La Rioja es la que presenta una mayor proporción de vías de alto riesgo, siendo 70 de 40 kilómetros analizados.
Junto a estos ocho tramos de alto riesgo, el informe delimita otros cuarenta que se consideran como de riesgo elevado. Para identificarlos, se han estudiado 25.100 kilómetros en autopistas, preferentes y ordinarias junto a sus datos de accidentalidad en 2019, 2020 y 2021.
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Al analizar cómo se distribuyen los tramos en función de si el riesgo es bajo, bajo-medio, medio, medio-alto o alto, el estudio indica que casi el 84% los tramos presentan un riesgo bajo o medio-bajo, mientras que el 8,6% más presenta un riesgo medio. Por otro lado, un 7,3% de los tramos presentan un riesgo alto o medio-alto, son un total de casi 1.836 kilómetros en la Red de Carreteras del Estado catalogados como de riesgo elevado, de los cuales más de 734 kilómetros son de riesgo alto.