Un arquitecto explica qué tipo de casas no deberían comprarse nunca

Desde viviendas “tipo tubo” hasta muros de carga centrales, un youtuber expone los principales obstáculos en la remodelación y ofrece soluciones para los futuros propietarios

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Una casa en construcción (Reuters/Lucy
Una casa en construcción (Reuters/Lucy Nicholson)

Encontrar el piso perfecto para reformar y convertir en hogar puede ser un desafío desalentador, especialmente para aquellos que se adentran en el mercado inmobiliario con conocimientos limitados. Edu Saz, arquitecto y creador de contenido que abarca temas desde inversiones inmobiliarias hasta desarrollo personal en su canal de YouTube, ha compartido valiosos consejos sobre las viviendas que desaconseja comprar con el fin de reformar. A través de un video que ya acumula más de 195.000 visualizaciones, Saz brinda una guía de los tres tipos de viviendas que, a su juicio, plantean serias limitaciones para su remodelación.

El especialista comenzó resaltando que, ante la escasez de viviendas de obra nueva y los altos precios de éstas en el mercado actual, muchas personas optan por adquirir propiedades de segunda mano para reformar. No obstante, advierte sobre ciertos tipos de viviendas que podrían no ser la mejor elección para este propósito. Según Saz, “hay viviendas que, independientemente de sus condiciones actuales, presentan limitaciones estructurales o de diseño que complican, encarecen o incluso hacen inviable una reforma efectiva”.

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El primer tipo señalado es aquel en el que el acceso se realiza por una esquina, especialmente si la vivienda es alargada. Este diseño obliga a tener un gran pasillo para comunicar la entrada con el resto de la casa, lo que puede resultar poco práctico y estético. Edu Saz sugiere que, para solventar este inconveniente, se traslade la zona de día al inicio de la vivienda, aunque reconoce que esto puede no ser siempre posible, especialmente en edificaciones antiguas donde la distribución original es difícil de alterar.

El tamaño de la vivienda

Las viviendas con dimensiones reducidas y un muro de carga central representan el segundo tipo no recomendado. El muro de carga limita la posibilidad de modificar la distribución del inmueble, manteniendo sus dimensiones comprimidas. Aunque existen maneras de abordar este reto, como demolición parcial del muro para la instalación de un cargadero, Saz advierte que este proceso requiere mayor tiempo de aprobación y supone un considerable aumento en el coste de la obra.

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Por último, el arquitecto hace referencia a las viviendas “tipo tubo”, caracterizadas por su forma alargada y entrada situada entre medianeras, lo que comúnmente resulta en una falta de iluminación natural en vastas zonas del inmueble. La necesidad de distribuir la vivienda en un largo pasillo no solo resta practicidad y estética sino que también encarece cualquier reforma al ir en contra de la estructura principal del edificio.

Edu Saz concluye con una advertencia sobre los planos provistos por inmobiliarias, recomendando desconfiar de aquellos sin cotas o con medidas poco fiables: “Nunca os fiéis de los planos de las inmobiliarias, porque pueden ser cotas que no tienen bastante que ver con la realidad”. Esta guía del arquitecto no solo ilumina sobre los retos que ciertos tipos de viviendas pueden presentar para su reforma, sino que también subraya la importancia de una evaluación cuidadosa antes de realizar una inversión de tal envergadura. Con el asesoramiento adecuado y una visión clara de lo que se desea, los futuros propietarios pueden evitar posibles complicaciones y asegurarse de encontrar el hogar ideal para transformar según sus necesidades y gustos.

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