Roberto Leal se emociona en ‘El camino a casa’ al recordar a su padre, fallecido en 2019

El presentador de formatos como ‘Pasapalabra’ ha sido el último invitado del programa de Albert Espinosa, donde ha regresado a Alcalá de Guadaira

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Roberto Leal, emocionado en 'El
Roberto Leal, emocionado en 'El camino a casa'. (La Sexta)

Roberto Leal es uno de los presentadores con más éxito del momento y, pese a ello, no ha olvidado sus orígenes. De hecho, esa humildad que irradia es uno de sus grandes atractivos, pues hace que sus seguidores se sientan más cerca de él. Aunque no hacía falta que potenciara esta faceta, lo ha hecho en el último programa de El camino a casa, donde ha rememorado su infancia de la mano de Albert Espinosa, con el que ha vuelto a su localidad natal, Alcalá de Guadaira, en Sevilla, para recordar sus primeros años de vida.

Más allá de reencontrarse con personas de su pasado o volver al colegio en el que estudió, lo más emocionante para Roberto ha sido volver a aquellos escenarios que compartió con su padre, quien falleció hace cuatro años y siempre le animó a ser su mejor versión. Y eso que a veces no fue fácil, pues repitió curso en dos ocasiones cuando estaba en el instituto, según contó porque tuvo “una época en la que no sabía muy bien hacia dónde iba”.

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Su padre, ante esta situación, lejos de regañarle tuvo con él una conversación de lo más casual, en apariencia, que hizo que se lo replanteara todo: “Yo llevaba un colgantito, una cosa muy moderna. Me paró un día, cuando vio las notas. Solamente me cogió del collar, pegó un tironcito y me dijo ‘estudia, que yo no he podido’. Eso fue como una llamada de atención”, contó a Albert.

Roberto Leal y Albert Espinosa
Roberto Leal y Albert Espinosa en el programa 'El camino a casa'. (LaSexta)

A día de hoy es consciente del gran esfuerzo de su progenitor, que empezó a trabajar cuando solo era un niño, con 11 años, como albañil: “No tenía otra opción. Yo la tengo porque él y mi madre con su esfuerzo me podían pagar una carrera. Y estudié”. Sobre él explicó que era un hombre de pocas palabras, “pero que cuando hablaba, hablaba”. “Teníamos una buena relación, pero era mi padre, era mi referente. Estaba muchas horas fueras, por estar currando, y cuando llegaba a casa era ya tarde y muchas veces ya no tenía ganas de nada, cenaba y se acostaba. Y al otro día igual, a las 6 de la mañana en pie. La relación de verdad empezaba los fines de semana, que es cuando hacíamos algo más en familia”.

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Roberto no pudo evitar emocionarse al ver algunos vídeos de su infancia en los que aparecía su padre, “era una época súper guapa”, llegó a comentar antes de romper a llorar, asegurando que aquella época fue muy buena, “eso es vida”.

Una de las cosas que más le duelen de su temprana muerte es que su padre no le pudo ver disfrutar del éxito que hoy tiene. “Él vivió mi oficio, pero los momentos grandes ya no los vivió”, aseguró, y es que murió pocos días antes de que presentase sus segundas Campanadas en Televisión Española. Pese a ello, le sigue teniendo presente: “Hablo con él de alguna forma. Ojalá pudiéramos hablar de verdad, pero, sí, lo tengo muy presente”.

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