¿Independencia de Cataluña, ahora? A dónde puede llegar la ILP que apoya Junts en plena negociación por la amnistía

Junts ha vuelto a hacer saltar todas las alarmas. La formación liderada -desde Bruselas- por Carles Puigdemont ha dado alas este martes a una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que persigue la declaración de independencia de Cataluña. El partido nacionalista conservador ha unido su voto al de la CUP en la Mesa del Parlament que ha permitido, junto a la abstención de ERC, la aprobación de la ILP. Por su parte, el PSC ha votado en contra de la iniciativa, presentada por Solidaritat Catalana per la Independència (SI).

Esta situación, que ha tenido lugar el mismo día que el Congreso de los Diputados ha extendido los tiempos para renegociar la amnistía hasta el 7 de marzo, se complica aún más dado que los letrados del Parlament ha expresado que la propuesta “no cumple con las condiciones” estipuladas por la normativa que regula estas iniciativas, argumentando que la declaración de independencia trasciende las competencias de la Generalitat conforme a la Constitución y al Estatuto de Autonomía. Desde Junts han justificado su postura de respaldo a la tramitación de propuestas de esta naturaleza, reafirmando su compromiso con el avance del proceso independentista. “Hemos apoyado y seguiremos apoyando iniciativas que promuevan el derecho a decidir de Cataluña”, han puntualizado desde la formación.

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Por su parte, el PSC ha criticado que la luz verde a esta ILP constituye una vuelta a los errores del pasado. “Esta iniciativa es extemporánea y perpetúa los errores que han dividido a la sociedad catalana. Es tiempo de avanzar, no de retroceder”, han expresado desde el partido. Por su parte, la postura de ERC refleja la cautela política de la que viene haciendo gala el partido liderado por Oriol Junqueras en los últimos meses. Los republicanos han señalado que su abstención se ha debido, siguiendo la postura de los letrados, a que la iniciativa no se ajusta a los supuestos previstos en la ley. “Mantenemos nuestra disposición a escuchar todas las propuestas, aunque consideramos que esta iniciativa no es el camino a seguir en el actual contexto”, han asegurado.

Esta situación evidencia no solo las dinámicas internas de Cataluña, sino también cómo estas repercuten en la política nacional española, con partidos de ámbito estatal como el PP acusando al presidente del Gobierno de facilitar indirectamente avances independentistas. “Por culpa de Sánchez, hoy tenemos una nueva ofensiva independentista en el Parlament de Cataluña”, ha acusado Miguel Tellado, portavoz de los populares en el Congreso.

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La jugada de Junts y la CUP también ha encontrado la férrea oposición de Vox y Ciudadanos, que han anunciado medidas legales contra la Mesa por considerar que la iniciativa contraviene el ordenamiento jurídico español. “Utilizaremos todos los medios legales a nuestro alcance contra esta decisión que vulnera la legalidad y atenta contra la cohesión de España”, declaró la diputada de Vox en el Parlament María García. Carlos Carrizosa, líder de Ciudadanos en Cataluña, advirtió también que recurrirían a la justicia si no se reconsidera la tramitación: “Es una flagrante ilegalidad que no podemos tolerar. Pediremos el amparo del Tribunal Constitucional y denunciaremos los hechos ante la Fiscalía”.

Este nuevo capítulo protagonizado por el movimiento independentista catalán agita una vez más el ya de por sí convulso escenario político en Cataluña, pero también el estatal, en momentos en que la amnistía sigue sin estar cerrada y las negociaciones entre el Gobierno y Junts han entrado en tiempo de descuento. En este sentido, la iniciativa de SI ha puesto de manifiesto las tensiones existentes entre los diversos actores políticos y la complejidad de alcanzar consensos en una sociedad profundamente polarizada.

La admisión de la ILP por parte de la Mesa abre ahora un periodo para la recogida de las 50.000 firmas requeridas para su debate en el pleno, en un proceso supervisado por una comisión especializada y bajo el escrutinio de figuras jurídicas destacadas del ámbito catalán y español. No sería de extrañar que la medida lograra cosechar los apoyos necesarios en la calle, pero dado que la misma sólo cuenta con el beneplácito de Junts y la CUP obtener el visto bueno del Parlament se prevé más que improbable. O al menos por ahora.