El testamento es una pieza prácticamente crucial para desgranar cualquier herencia, tanto en España como en el resto del mundo. La persona causante suele utilizar este escrito para manifestar cómo quiere que se haga la distribución de los bienes y propiedades que le pertenecen, asegurando que los descendientes cumplen sus voluntades sin demasiados conflictos. El testamento puede optimizar la gestión de la herencia desde el punto de vista fiscal, puesto que existen ciertas disposiciones para reducir los impuestos que tienen que pagar los herederos. Los españoles más supersticiosos prefieren no dejar constancia de sus últimas voluntades, aunque la distribución se puede volver una auténtica pesadilla.
Los trámites para cobrar una herencia no son para nada sencillos. En este sentido, el testamento no solo supone un ahorro de tiempo y trámites para los herederos, sino que también evita problemas y deja claras las últimas voluntades de la persona causante. Los familiares pueden recibir igual su parte correspondiente de la herencia sin necesidad de presentar este documento, no obstante, el proceso suele durar más de lo habitual. La sucesión legítima entra en juego cuanto el reparto de la herencia no consta por escrito. En estos casos, los familiares tienen que reunir una serie de documentos, sin los que es prácticamente imposible poner en marcha el resto de las diligencias.
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La muerte de una persona sin testamento es uno de los supuestos que contempla la sucesión intestada, también conocida como sucesión legítima o ab intestato. El hecho de que el fallecido no haya especificado cómo quiere que sea el reparto de propiedades no impide que los herederos tengan derecho a recibir sus bienes con total normalidad. La sucesión de trámites no es un camino de rosas, pero los familiares no tienen por qué preocuparse. ¿Cuál es la forma más rápida de averiguar si una persona ha dejado testamento?
¿Cómo saber si el difunto ha dejado testamento?
El certificado de últimas voluntades es fundamental para poder solicitar la parte correspondiente de una herencia. Este documento no es obligatorio, pero sirve para demostrar que una persona hizo el testamento y también prueba ante qué notario lo firmó. Los herederos pueden reclamar el escrito tanto en las oficinas como en la sede electrónica del Ministerio de Justicia. La expedición del certificado de últimas voluntades tienen un coste y los demandantes tendrán que abonar la tasa correspondiente en su entidad bancaria, que actualmente ronda los 3,78 euros para las solicitudes online y los 4,14 euros para las físicas.
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En el Registro Civil no solo figura estos datos, sino que también aparece la fecha en la que la persona fallecida ha firmado el testamento. Los herederos podrán utilizar este documento para pedir una copia del testamento y hacer uso de la misma en cualquier fase del proceso sucesorio. El certificado de últimas voluntades es requisito sine qua non para todos los trámites propios de una herencia. En caso de que el fallecido no hubiera consignado ningún testamento, los familiares deben tramitar una declaración de herederos ab intestato para determinar quién tiene derecho a recibir su legado. El viudo de la persona fallecida tendrá derecho al usufructo de una tercera parte de la herencia y el importe restante quedará en manos del resto de los herederos, tomando como referencia una escala sucesoria.