El alquiler vacacional más polémico: 50 euros por dormir en una cabaña con un cubo de basura

En el mundo inmobiliario ya lo hemos visto todo. O casi todo. Anuncios de terrazas en alquiler para dormir por 350 euros, cocinas metidas dentro de un armario, duchas desde las que puedes prepararte unos macarrones mientras te lavas el pelo... y uno de los últimos que han visto la luz es uno en el que, por tan solo 51 euros, puedes dormir frente al Volcán de La Corona, al norte de Lanzarote, en una choza de madera y con un cubo de basura como baño. Aunque hay excusa: ‘’Los desechos son destinados a la creación de compost para el crecimiento de las plantas”, reza la oferta, publicada en Airbnb.

Así lo ve la anfitriona de este alojamiento de alquiler vacacional, al que define como un “refugio sostenible” con ducha al aire libre y con un baño “seco” y “sin gasto de agua”. Y bajo el nombre del medioambiente se defiende lo indefendible: “Respetamos el medioambiente y defendemos la economía y el alojamiento económico, creativo, formativo y sostenible en Lanzarote”, dice el anuncio. Y eso implica pagar más de 50 euros por una especie de cabaña construida con cuatro tablas de madera que ni siquiera está totalmente cerrada.

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El problema es que, pese a que el anuncio indigne, si está es porque se alquila y tiene cierto éxito. Este no es la única oferta de una vivienda vacacional del estilo que se ha visto en la isla. Según recoge Canarias Ahora, en el verano de 2023 se viralizó un anuncio en el que se ofrecía dormir en un coche por 40 euros la noche, más fianza. Era un Renault 4 en el que en la parte trasera se había colocado una cama. Sin aseo ni nada. Y en Arrecife se ofrecieron tiendas de campaña colocadas en una terraza por 12 euros la noche. Lo gracioso es que, en una isla con mucho viento, dormir en una terraza y en esas condiciones es un deporte de riesgo.

Algunas noticias sobre ofertas de las que los medios de comunicación se hacen eco parecen más propias de El Mundo Today. Pero lo triste es que no. Como comentábamos anteriormente, una de las últimas que indignó a las redes sociales fue el anuncio de un dormitorio compartido en Barcelona en el que el inquilino podía dormir en la terraza, un espacio que ocupaba lo mismo que la cama, que era individual de 90 centímetros.

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David Molina fue la persona que publicó una queja en redes sociales y compartió su indignación. “Para vivir en un balcón prefiero vivir en la calle con un colchón directamente”, aseguró el joven en declaraciones al programa de Cuatro En boca de todos.

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Al ser preguntado por qué más se ofrecía en el anuncio, por saber si al menos el precio incluía también el acceso a cocina y baño, respondió que se trataba de un “balcón compartido con el resto de las estancias de la casa con los otros inquilinos del resto de habitaciones”. En total serían cinco personas, con sus respectivos dormitorios, más el improvisado en la terraza, seis. Pero ojo, el balcón es compartido con una de las habitaciones.