Ahora que los sindicatos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han puesto en agenda tanto del Gobierno español como del Parlamento Europeo el reclamo de que su profesión sea considerada oficialmente como un oficio de riesgo, los miembros de las Fuerzas Armadas no quieren ser menos. Para respaldar su demanda, la Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas (Asfaspro) ha dado a conocer este martes los datos sobre la muerte, entre 2011 y 2022, de militares en acto de servicio, proporcionados por la cartera de Margarita Robles a petición de la propia Asfaspro.
De acuerdo a las cifras proporcionadas, entre los años señalados perdieron la vida 195 soldados en el cumplimiento del deber. De este total, 18 militares fallecieron mientras se encontraban desplegados en el exterior, en alguna de las tantas misiones internacionales en las que participa España. En este sentido, el año más mortífero fue 2011, cuando murieron hasta 32 militares, seis de ellos mientras desempeñaban sus funciones fuera de las fronteras españolas.
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Asimismo, entre el mismo periodo, 2.312 soldados resultaron heridos o accidentados también en acto de servicio, es decir, uno cada dos días. En este apartado, el año con el mayor número de víctimas es 2014, cuando 271 efectivos se vieron envueltos en accidentes o hechos que les ocasionaron heridas, de los que 54 incluso terminaron en situación de retiro como consecuencia del incidente, siendo nuevamente 2014 la mayor cifra del intervalo analizado.
En total, en la última década, 511 soldados se vieron obligados a pasar a retiro por problemas derivados de un accidente, un promedio de 46 militares por año o uno cada nueve días. De igual manera, 1.332 efectivos fueron declarados aptos con limitación para ocupar determinados destinos, como consecuencia de un episodio accidental durante su servicio: 2019 fue el años con más de estos casos, con hasta 150 militares.
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Finalmente, entre los datos aportados por el Ministerio de Defensa y hechos públicos por Asfaspro, entre 2011 y 2022 acontecieron 11 suicidios de militares: cuatro en 2016, dos tanto en 2019 y 2020 y tan solo uno en 2017, 2018 y 2022.
Militar, profesión de riesgo
Después del compromiso asumido por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de que creará un grupo de trabajo para estudiar las exigencias tanto de la Policía Nacional como de la Guardia civil para ser reconocidos como profesión de riesgo, la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) ha anunciado que solicitará lo propio a Margarita Robles. “Los militares no podemos quedarnos atrás ya que consideramos que nuestra profesión también es de alto riesgo, como demuestran nuestros últimos fallecidos y hospitalizados en Cerro Muriano”, ha asegurado Marco Antonio Gómez, presidente de ATME.
Gómez ha detallado que no sólo demandará al Ministerio de Defensa que se inicien de inmediato los trámites para obtener el mencionado reconocimiento, sino que también se pondrán en contacto con las asociaciones y sindicatos de la policías y guardias civiles para intercambiar información sobre este asunto. “Los militares se juegan su vida y su salud en muchas facetas de su trabajo. Por dignidad, para avanzar en sus derechos profesionales y por sus familias ese riesgo debe ser reconocido”, han explicado desde ATME.
Actualmente, en España, están incluidas como profesiones de riesgo los trabajadores de los servicios de emergencia (bomberos y personal de ambulancias), de salud y cuidados (médicos, enfermeras y auxiliares de enfermería), de construcción y manufactura (construcción y aquellos que manejan maquinaria pesada y materiales peligrosos) y transporte (pilotos, conductores de camiones y trabajadores ferroviarios).