En un lugar de La Mancha, allá por principios del siglo XVI, el gran Miguel de Cervantes puso en boca de todos un pueblo que guarda toda la esencia castellana gracias a una de las obras más importantes de la literatura española: El Quijote. Este hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor ha enamorado a millones de personas, pero tan solo una pudo cautivar su corazón: Dulcinea del Toboso. Esta mujer, a pesar de no hablar en ningún momento de la obra, se le nombra tantas veces que es un personaje más de la historia.
De hecho, el pueblo donde nació, El Toboso, aparece hasta 165 veces a lo largo de la novela, un dato que hace referencia directa a Dulcinea. A día de hoy, esta localidad toledana cuenta con numerosas referencias a la obra de Cervantes, pues se puede encontrar la Casa-museo de Dulcinea o incluso el Monasterio de las Clarisas, donde laboran las ricas pelusas y caprichos de Dulcinea, unos dulces únicos elaborados por monjas de clausura. A todo esto se le suma un rico patrimonio histórico y monumental que hace de la visita una experiencia única en Castilla-La Mancha.
Te puede interesar: El castillo de Madrid que está en plena ciudad y en mitad de un parque: se puede visitar y es gratuito
La Catedral de La Mancha
Durante la visita, el viajero puede descubrir como las calles cuentan con inscripciones de la novela que conducen a uno de los puntos más interesantes del pueblo. Este es la Casa de Dulcinea, supuesta morada de Aldonza Lorenzo, a quien Cervantes inmortalizó en su obra como el amor platónico de Don Quijote. Hoy convertida en museo, la Casa de Dulcinea ofrece una visión del estilo de vida manchego del siglo XVI, con una colección de mobiliario, utensilios y documentos de la época.
Igualmente, el Museo Cervantino exhibe una vasta colección de ediciones de Don Quijote de la Mancha, provenientes de diferentes épocas y países, demostrando la influencia universal de la obra. Este museo no solo es un homenaje a Cervantes y su creación más famosa, sino también un testimonio del impacto de la literatura en la cultura global. A su vez, destaca el Museo del Humor Gráfico Dulcinea.
Te puede interesar: El bonito pueblo conocido como la ‘Venecia de Canarias’: playas paradisiacas y rutas de senderismo en un entorno natural único
Aparte del legado cervantino, El Toboso cuenta con un conjunto monumental que asombra al viajero. Su construcción más representativa es la iglesia parroquial de San Antonio Abad, un imponente edificio que data del siglo XV. El templo destaca por su impresionante arquitectura gótica tardía con elementos renacentistas y barrocos añadidos en remodelaciones posteriores.
En su interior, alberga varias obras de arte sacro, incluidas pinturas, esculturas y un órgano histórico que atraen a entusiastas del arte y la historia eclesiástica. Pero esto no se queda aquí, pues Cervantes menciona a esta iglesia en el capítulo nueve de la segunda parte de El Quijote y de ahí surge la mítica frase de “Con la Iglesia hemos dado”. Además, se la conoce también con el sobrenombre de Catedral de La Mancha porque es una de las más grandes que hay en la comunidad autónoma.
Rutas guiadas por El Toboso
Para que la experiencia sea mayor, El Toboso ofrece una serie de rutas que permiten descubrir la localidad de una manera diferente. Estas están divididas según la temática y el interés de cada uno, pues la patrimonial permite descubrir los principales monumentos de la ciudad. Esta parte desde el Museo-convento de Trinitarias, un edificio de estilo herreriano que cuenta con una iglesia barroca. Es significativa su colección de pinturas e imaginería del siglo XVII. La iglesia parroquial destaca por sus portadas renacentistas y la bóveda de crucería gótica.
El itinerario pasa también por la Casa de los Mergelinas, la iglesia de San Antonio Abad y el Museo Cervantino, para acabar en la casa de Dulcinea. Por su parte, la ruta de los pozos recorre hasta ocho de estas construcciones fechadas entre los siglos XVI y XVII, mientras que la nocturna permite descubrir la villa desde otra perspectiva.
Sin embargo, la ruta literaria es la más emblemática de El Toboso, pues “guía por la localidad de acuerdo a las descripciones hechas por Miguel de Cervantes en el capítulo nueve de la segunda parte de El Quijote. Él mismo habla de la gran torre de la iglesia, entre otros rincones, que nos conducen hasta la histórica casa de Ana Martínez Zarco, en quien dicen se inspiró el autor para elaborar su personaje de Dulcinea”, señalan desde la web de Turismo de Castilla-La Mancha.
Tanto es así, que a lo largo del año, el pueblo celebra diversas fiestas y eventos culturales que rinden homenaje a su patrimonio literario y tradiciones locales. La Semana Cervantina, que tiene lugar alrededor del 23 de abril, fecha del fallecimiento de Miguel de Cervantes, es especialmente significativa. Durante esta semana, el pueblo se transforma con representaciones teatrales, lecturas de Don Quijote, desfiles y actividades que recrean la época.
Te puede interesar: La ermita en medio de una isla en el mar a la que solo se puede acceder con la marea baja
Cómo llegar
Desde Toledo, el viaje es de alrededor de 1 hora y 25 minutos por la carretera CM-42. Por su parte, desde Madrid el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 35 minutos por las vías A-4 y AP-36 (hay peajes).