La Comisión Europea acaba de dar el visto bueno a la fusión de Orange y MásMóvil, que formarán la teleco más grande del mercado español. Bruselas tenía hasta el próximo 22 de febrero para permitir la operación, pero se ha adelantado dos días. La decisión, no obstante, llega condicionada por el pleno cumplimiento de un paquete de compromisos que ofrecen las dos compañías para resolver los problemas de competencia que puede ocasionar la operación. Orange y MásMóvil se han comprometido, entre otras cosas, a respaldar la liberación de espectro en favor de Digi, para que la empresa pueda construir su propia red móvil.
“Los compromisos ofrecidos por las partes permitirán a Digi, el operador de red virtual móvil más grande y de más rápido crecimiento en España, responder a la fuerte presión competitiva que ejerce MásMóvil”, ha indicado en un comunicado la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario encargada de Competencia, Margrethe Vestager. En su examen preliminar de la operación, Bruselas puso el foco en la posibilidad de que la alianza entre las dos compañías restringiera la competencia en los mercados minoristas para el suministro de servicios de internet fijo y móviles en España.
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La Comisión Europea ha aceptado, bajo las últimas condiciones acordadas, crear una joint venture, que revolucionará el tablero español de las telecomunicaciones. Esta nueva empresa será líder por número de clientes, superando a Telefónica por primera vez en la historia. La nueva empresa gestionará importantes activos de red para asegurar una cobertura nacional tanto en fibra óptica como en 4G/5G. La entidad combinada se convertirá en uno de los operadores más fuertes del país, con unos ingresos estimados de más de 7.400 millones de euros.
El gran beneficiado de la fusión será el operador rumano Digi, que obtendrá 60 MHz entre las bandas de 3,5 GHz, 2.100 MHz y 1.800 Mhz, con 20 MHz en cada una. La compañía pagará 120 millones de euros a Orange y MásMóvil por la liberación de espectro, más 40 millones anuales por emplear su red. El pasado mes de diciembre, las dos partes implicadas anunciaron un acuerdo para que Digi adquiriera de MásMóvil un total de 60 megahercios (MHz) de espacio radioeléctrico en distintas bandas de frecuencia. Esta era una de las cesiones que exigía Bruselas para dar su visto bueno. Con este movimiento, los servicios comunitarios esperan que la compañía rumana pueda construir su propia red móvil y mejorar la presión competitiva.
La Comisión Europea considera esta opción “esencial” porque la red móvil de Digi probablemente no llegue a cubrir todo el territorio de España. De este modo, la compañía rumana podrá decidir si se mantiene con su actual proveedor, Telefónica, o elige cambiar a otro, que podría ser sea la joint venture entre Orange y MásMóvil o el tercer operador en discordia, Vodafone. Margrethe Vestager ha asegurado que los consumidores españoles podrán seguir “beneficiándose de un mercado de telecomunicaciones competitivo, tanto por lo que se refiere a precios como a la calidad y conectividad 5G”.