Mohamed Dabone ha sido, sin duda, la gran sensación de la Minicopa 2024. En el torneo infantil de baloncesto que antes encumbró a jugadores después contrastados en el profesionalismo como Ricky Rubio, Luka Doncic y Usman Garuba, el pívot africano ha dominado a placer. A sus 12 años e increíbles 2,08 metros, nadie ha podido con él en Málaga, llevando al FC Barcelona a conquistar un título que los culés no ganaban desde 2020. Lo han hecho con el añadido siempre especial de acabar con su eterno adversario, el Real Madrid, en la final de este domingo.
😀 Con 4⃣8⃣ de valoración en la FINAL, ha puesto la guinda a un TORNEO REDONDO donde ha demostrado su versatilidad y su talento.
— #CopaACB (@ACBCOM) February 18, 2024
Por todo ello...
¡Mohamed Dabone se ha convertido en el MVP de la #MinicopaEndesa Málaga 2024! pic.twitter.com/WLhMIuJlyL
En ese 78-89 sinónimo de trofeo, el jugador de 2011, natural de Burkina Faso, quedó eliminado, al cargarse de faltas personales, a falta de un minuto para la conclusión. Su estadística era realmente estratosférica cuando abandonó la pista del Martín Carpena: 22 puntos, 26 rebotes, cinco robos, seis tapones y 48 de valoración en 35 minutos. Las actuaciones sin parangón han sido el hábitat natural de Dabone desde que arrancó la competición, ganándose el MVP de principio a fin.
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De hecho, ha ido de menos a más, sembrando mayor pánico en la zona a medida que el evento avanzaba. Ante el Zaragoza, logró 12 puntos, diez rebotes y 22 de valoración en 14 minutos. Valencia Basket sufrió 16 puntos, cuatro rebotes, tres tapones y 25 de valoración en los 13 minutos de los que dispuso. Y cuando tuvo enfrente al Unicaja, anfitrión, dejó para la galería 23 puntos, nueve rebotes, cinco tapones y 34 de valoración en 13 minutos. Todo esto, unido a sus guarismos en la jornada decisiva, convirtió a Dabone en el mejor de esta Minicopa: 18,3 puntos (35/41 en tiros de dos, para un espectacular 85,3% de acierto), 13,5 rebotes, 4,3 tapones y 34,8 de valoración en 16 minutos y 37 segundos por partido.
Por supuesto, el interior forma parte del Mejor Quinteto de esta edición, junto a Pablo Mera (Real Madrid), August Moller (Unicaja), su compañero Jan Cerdán y Rhys Robinson (Real Madrid). Dos reconocimientos individuales de altura y uno de los entorchados con mayúsculas de su categoría para un niño prodigio con el que se frotan especialmente las manos en los dominios barcelonistas. Y más allá: los ojeadores de la NBA, por si acaso, están ojo avizor con el chaval.
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Llegó el pasado verano al Barça
No es la primera ocasión en la que Dabone, portentoso a ambos lados de la cancha, llama la atención más allá del ámbito formativo. Apenas lleva unos meses en la Ciudad Condal, puesto que llegó al club en verano de 2023. Y, sin embargo, ha entrado por la puerta grande en el Barça. De hecho, la de ahora no es la única hoja de servicios magistral ante el Madrid que ha sido capaz de firmar desde que viste de azulgrana.
Hay que mencionar la actuación de Mahomed Dabone (2011) en el Torneo de Fundación Leucemia
— Draft Lab (@DraftLabNBA) November 26, 2023
El pívot, 1/2 años menor que sus rivales, ha dominado de manera brutal, yéndose a 25 puntos, 14 rebotes y 6 tapones, sumando 40 de valoración
👀 Ojo con él…
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En noviembre, el gigante fue la sensación del Torneo Fundación Leucemia y Linfoma, llevándose otro MVP para su colección. Ante rivales uno o dos años mayores que él (competía a nivel U15), Dabone también fue sobrado y lo demostró con creces al jugarse la copa frente a los blancos: 25 puntos, 14 rebotes, seis tapones y 40 de valoración en un 61-59 favorable para los suyos.
La proyección de Mohamed Dabone es tan significativa que no sólo ha tenido minutos con los cadetes del Barça. Incluso los júniors (16-17 años) han llegado a acogerle, lo que da muestras de lo mucho que se espera de él. Roger Grimau, entrenador del primer equipo, tampoco le pierde la pista. El tiempo dirá si está preparado para marcar las diferencias con los mayores. De momento, simplemente es el séptimo MVP culé de la Minicopa. Trascender o no en el futuro únicamente depende de él.