¿Vuelven los trenes nocturnos a España? Europa redobla su apuesta pero Renfe no lo ve rentable

Entre los proyectos más notorios se encuentran las propuestas de European Sleeper y Midnight Trains, dos empresas europeas que planean conectar ciudades españolas con el resto del continente

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De Viena vía Múnich a París. La nueva conexión ferroviaria nocturna.
De Viena vía Múnich a París. La nueva conexión ferroviaria nocturna.

En el panorama del transporte en Europa, los trenes nocturnos representan un capítulo interesante que está siendo objeto de diversas iniciativas para su recuperación, pese a las reservas expresadas por el Gobierno español y Renfe sobre su viabilidad económica. Con una apuesta clara por el transporte ecológico y sostenible, la Comisión Europea ha respaldado diez proyectos piloto que buscan revitalizar el servicio de trenes de largo recorrido y transfronterizos, incluyendo conexiones que afectan a España.

Entre los proyectos más notorios se encuentran las propuestas de European Sleeper y Midnight Trains, dos empresas europeas que planean conectar ciudades españolas con el resto del continente. European Sleeper aspira a establecer una ruta entre Ámsterdam y Barcelona para fines de 2025 o 2026, mientras que Midnight Trains proyecta una línea París-Madrid que vería la luz tras la finalización de la infraestructura de la ‘Y’ vasca. Estas iniciativas son destacables en el contexto europeo, donde el desafío de ofrecer alternativas de transporte sostenibles se torna cada vez más imperativo.

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No obstante, el escenario en España presenta sus particularidades. La demanda de trenes nocturnos ha visto un marcado descenso, exacerbado por la pandemia en 2020, lo que llevó al cese del último servicio que conectaba Galicia con Barcelona. La oferta de alta velocidad y una extensa red de aeropuertos y autovías hacen que la recuperación de estos servicios sea un desafío en términos de demanda y rentabilidad.

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Según las últimas declaraciones del ministro Óscar Puente, el panorama no es alentador para los trenes nocturnos desde la perspectiva de la rentabilidad, una visión compartida por Renfe que reportó pérdidas significativas en el último año de operación de estos servicios. Frente a esta realidad, las nuevas entrantes en el mercado ferroviario de alta velocidad, Ouigo y Iryo, no han manifestado interés en incursionar en este segmento.

Sin embargo, desde el ámbito político, agrupaciones como Sumar y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) abogan por un enfoque diferente, considerando el tren nocturno como un derecho ciudadano que trasciende la mera rentabilidad. Mar González, representante de Verdes Equo enmarcado en Sumar, enfatiza la importancia de ver el tren como un medio democrático y limpio, señalando que “para poder abaratar los costes tiene que haber incentivos públicos del Estado”.

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Este debate se inserta en una discusión mayor sobre la movilidad sostenible y el futuro del transporte en Europa y España. Mientras las autoridades y empresas ferroviarias evalúan la viabilidad operativa y económica de estos servicios, la presión política y social por alternativas más verdes gana terreno. La reactivación de rutas como la conexión con Portugal o entre Granada y Barcelona se perfila como una prioridad para esos sectores que ven en el tren una pieza clave para avanzar hacia una movilidad menos contaminante.

La situación es compleja y los caminos a seguir, divergentes. Por un lado, están las consideraciones económicas que hacen difícil justificar la inversión en servicios deficitarios sin apoyo estatal. Por otro, surge una visión del tren como componente fundamental de una política de transporte más sostenible y amigable con el medio ambiente. Las miradas están puestas en el futuro, esperando definiciones claras que puedan reconciliar estas dinámicas en conflicto.

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