Así el famoso pueblo de la cerámica donde pervive la huella de Goya

La villa celebra cada año la Fiesta de la Cerámica y cuenta con varios monumentos e incluso un castillo lo que, unido a su belleza, lo convierten en un lugar que merece la pena descubrir

Guardar
Ideas de viajes baratos para 2024: estos son los mejores destinos por calidad y precio.

La Semana Santa está a la vuelta de la esquina. En apenas unas semanas, España afrontará un nuevo periodo de vacaciones y esto significa que son muchos los que aprovecharán para pasar unos días de desconexión. En contra de lo que muchos creen, para alejarse de la rutina no es imprescindible viajar al extranjero: hay un sinfín de lugares increíbles en el país. Uno de esos pueblos se encuentra en Zaragoza y tiene una seña de identidad: es referente en el arte milenario de la alfarería.

España tiene una extensa tradición artesanal. A la cuchillería de Albacete, se une la elaboración de las cestas de mimbre de Extremadura o el famoso vidrio soplado de La Granja de San Ildefonso. Zaragoza también tiene el honor de albergar un pueblo al que los primeros azulejos llegaron hacia el siglo XI y, desde entonces, la cerámica ha jugado un papel clave en el lugar.

Te puede interesar: El pueblo a 10 minutos de Portugal conocido como ‘la villa de las 1.000 bodegas’: está al lado de los fiordos españoles

Se trata de Muel, situado a apenas 30 kilómetros de Zaragoza y cuna de grandes alfareros. Aunque lo cierto es que no se conoce la fecha exacta en la que comenzó este arte milenario, fue en el año 1580 cuando se registraron las primeras crónicas que dan fe de que, en ese momento, buena parte de la población de este pueblo realizaba esta labor. Y esto no es todo: la belleza de la villa no deja indiferente a ninguno de sus visitantes.

Muel, una villa de alfareros que lucha por revivir este arte

Ermita de Nuestra Señora de la Fuente de Muel. (Shutterstock)
Ermita de Nuestra Señora de la Fuente de Muel. (Shutterstock)

En Muel, un pequeño municipio de Zaragoza, la tradición de la cerámica parece estar resurgiendo en los últimos años. Esto es posible gracias al esfuerzo de la Asociación de Ceramistas, creada hace 30 años. Tal es la importancia de este arte en el pueblo, que su renacimiento se celebra cada año a través de la Fiesta de la Cerámica, un evento que se ha convertido en un punto de encuentro para aficionados y profesionales, donde se realizan actividades como talleres de moldeo, pintura y cocciones tradicionales, además de ofrecer diversas exposiciones de cerámica.

Te puede interesar: El monasterio abandonado más de 100 años que se rehabilitó gracias a la iniciativa de un instituto: “Ya lo visitan 50.000 personas en verano”

La Asociación de Ceramistas de Muel ha jugado un papel crucial en la revitalización de este arte, que había sufrido un declive durante el siglo XIX. La agrupación no solo se enfoca en promover la cerámica tradicional a través de eventos, sino que también busca integrar a la comunidad y a visitantes en el proceso creativo y educativo que involucra esta práctica.

Por su parte, el Taller Escuela Cerámica de Muel, situado a las afueras del pueblo, es una institución dedicada a la conservación de este legado. Proporciona un espacio para exhibiciones y talleres educativos tanto para escolares como para adultos. Este taller, junto con otros distribuidos por el municipio, ofrece a la venta exquisitas piezas de cerámica, lo que permite a los visitantes llevarse un recuerdo de la identidad cultural de Muel.

La proliferación de talleres de cerámica en Muel alimenta la economía local a través de la venta de productos como macetas, platos y artículos de azulejería, y representa un testimonio viviente de la riqueza artística y cultural del pueblo. Estos esfuerzos colectivos han asegurado que la tradición alfarera sobreviva y florezca, conectando a las nuevas generaciones con un legado histórico a través de la creación y apreciación de la cerámica.

El legado de Goya pervive en la localidad

La Ermita de Nuestra Señora de la Fuente de Muel es uno de sus principales monumentos. Data de 1777 y fue sometido a una renovación en 1817. Este sitio emblemático se erige sobre una estructura histórica, un antiguo dique romano, y se caracteriza por la presencia de la rica cerámica del pueblo en sus zócalos. Aledaño a este recinto sagrado se halla el Parque de Muel, que alberga vestigios de un castillo musulmán y un molino de origen árabe, elementos que subrayan la riqueza histórica de la región.

Te puede interesar: Los Paradores que están en ciudades Patrimonio de la Humanidad: del ‘Versalles español’ al hotel más antiguo

El interior del templo, de estética clasicista, cuenta con una única nave adornada con diversos altares y una capilla central donde se sitúa la venerada talla de Nuestra Señora de la Fuente. Su diseño arquitectónico se complementa con una cúpula cuyas pechinas portan la obra de uno de los más distinguidos artistas de España, Francisco de Goya, quien dejó su impronta a través de representaciones pictóricas de los cuatro padres de la iglesia: San Ambrosio, San Gregorio, San Agustín y San Jerónimo. La proximidad de Goya a Muel, naciendo a solo 25 kilómetros de distancia en Fuendetodos, añade un valor incalculable a estas obras de arte.

Esta ermita no es solo un lugar de adoración, sino un tesoro cultural y artístico que testimonia la intersección de la fe y el arte en la historia española. Su conservación y la de las áreas circundantes, como el Parque de Muel con su patrimonio musulmán y árabe, refleja la importancia de salvaguardar estos enlaces tangibles con el pasado para las generaciones futuras. El compromiso de integrar la cerámica local en la restauración de la ermita subraya el orgullo y la identidad del pueblo, vinculando la preservación de la herencia cultural con el arte y la historia local.

Varias casas-palacio y un castillo

Cascada del río Huerva, en el parque de Muel. (Shutterstock)
Cascada del río Huerva, en el parque de Muel. (Shutterstock)

Muel alberga un conjunto arquitectónico y natural de gran valor histórico-cultural, caracterizado por sus edificaciones barrocas y mudéjares, palacetes del Renacimiento Aragonés y vestigios de ingeniería romana. Entre los elementos más destacados se encuentra la única puerta superviviente de varias que daban acceso a la villa, situada en la Plaza Mayor, la cual conserva un arco de medio punto, así como la Iglesia de San Cristóbal, cuya construcción combina el barroco con elementos mudéjares y se corona con una imponente torre campanario.

Además, dispone de construcciones señoriales de los siglos XVI y XVII, siendo la Casa Palacio de la Plaza de España y la Casa Palacio en la Calle Mayor ejemplares notables del patrimonio local. Otra construcción de relevancia es el Castillo de los Marqueses de la Caramasa, emplazado en una posición privilegiada sobre una cascada, del cual se conservan ruinas que testimonian su antigua magnificencia. Paralelamente, la presa romana de Muel, una obra hidráulica de entre los siglos I a.C y I d.C, destaca por su monumentalidad y nivel de conservación, posicionándose como una de las edificaciones hidráulicas más importantes de la Hispania romana.

El recorrido por Muel se complementa con naturaleza y arquitectura, donde el río Huerva juega un papel esencial, brindando a visitantes y locales la Cascada de Hierva, un espectáculo natural de gran belleza. Este enclave, junto con la ermita de la Fuente y la mencionada presa, forma parte del Parque Natural de Muel, un área protegida que fomenta el turismo sostenible y la conservación del patrimonio natural y arquitectónico de la región.

Cómo se puede llegar a Muel

Utilizando la A-23, Muel está situado a escasos 25 minutos por carretera de Zaragoza. No obstante, dispone de una buena conexión de transporte gracias a su estación de tren (Arañales de Muel). El costo de un billete de ida y vuelta desde la capital aragonesa hasta este destino es de 7 euros, lo que facilite el acceso a esta localidad.

Guardar