Pocos directores o más bien casi ninguno hay en Hollywood que puedan permitirse hacer películas pasados los 80. Clint Eastwood se ha pasado el juego dirigiendo su útima película con 93 años, pero esta es la excepción y no la norma en una industria que cada vez busca más cineastas jóvenes y desechar a sus viejas glorias. Pero entre ellas hay una que sigue caminando con paso firme y demostrando más pulso para filmar que la mayoría de jóvenes directores. Así es, estamos hablando de Ridley Scott.
El británico es una leyenda viva en Hollywood, desde que comenzase a hacer cine allá por los años 70 y desde entonces no parase de hacer películas que ya son clásicos: Alien, Blade Runner, Thelma y Louise, Gladiator.... una leyenda que quiere seguir ampliando a pesar de contar con 86 años en su haber. Porque ahora el director quiere sumarse a otro nuevo gran proyecto, uno que le lleve al subgénero en el que más se ha movido en los últimos años, con títulos tan recientes como La casa Gucci o Napoleón, su última película estrenada en cines y en la que se centraba en la figura del histórico emperador francés.
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Pues bien, ahora el director británico habría virado en gran medida su mirada hacia otro tipo de historia de vida, en un registro menos visto en su filmografía. Estamos hablando del biopic musical, que tan en alza está ahora mismo con los estrenos de Bob Marley: One Love y sobre todo Priscilla, la nueva película de Sofia Coppola que centra su mirada en la esposa de Elvis Presley, quien a su vez está interpretado por Jacob Elordi. Mientras disfrutamos de esta fiebre musical, Scott quiere sumarse con un nuevo biopic en torno a un grupo muy famoso pero que sin embargo no ha tenido especial representación en pantalla, los Bee Gees.
La historia de los Bee Gees y su relación con Ridley Scott
Ha sido precisamente Paramount Pictures, quien estrena ahora la película sobre Bob Marley, quien se ha acercado a Scott para discutir el proyecto. El director acaba de finalizar el rodaje de Gladiator 2 y es conocido por tener facilidad para enganchar un proyecto tras otro, como vimos con La casa Gucci y El último duelo. Además, el director de El reino de los cielos tiene un antiguo vínculo con el legendario grupo británico, que se remonta a cuando intentaba lanzar su carrera como director. Y ese vínculo está en el representante de la banda de por aquel entonces, Robert Stigwood.
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El que fuera mánager del grupo integrado por los hermanos Gibb, Barry, Robin y Maurice, estuvo en contacto con Scott en su día, cuando le propuso dirigir una película medieval con los Bee Gees como protagonistas que llevaría el nombre de Castle Accident. Sin embargo, Scott terminó haciendo otra película de época como fue Los duelistas, la cual lo llevaría directamente a Hollywood y nunca tendría la oportunidad de colaborar con el trío de Saturday Night Fever. Pero el destino le ha dado una segunda oportunidad y parece que esta vez la aprovechará contando la historia de estos hermanos que revolucionaron la música disco.