Los pequeños accionistas tienen en las empresas que reparten elevados dividendos una alternativa rentable para sacar partido a su capital, y cada vez son más los que invierten en ellas. Se trata de una buena estrategia, reconocen los analistas, si se tiene en cuenta que solo en enero las cotizadas españolas distribuyeron 2.918 millones de euros en dividendos, mientras que el volumen total repartido en 2023 alcanzó los 30.293 millones.
Endesa, CIE Automotive, Redeia, Mistral, Gestamp, Repsol, Faes Farma, Naturhouse Health, Inmobiliaria del Sur, Amadeus, Acerinox, Sacyr o Iberdrola fueron las compañías que remuneraron a sus accionistas el mes pasado. Mientras que en febrero, ACS ha dado un dividendo flexible en el que se ha podido escoger entre recibir nuevos títulos de la empresa o un pago de 0,459 euros por acción.
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También Vidrala repartió el jueves un pago de 1,018 euros brutos por título, lo que ha supuesto 32,8 millones de euros a cuenta de los resultados de 2023. La próxima en hacerlo será logista, el 29 de febrero. Le seguirán en marzo Banco Sabadell y Naturgy, y en abril Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Aena, Inditex y Merlín Properties.
30.293 millones en dividendos
La generosidad de las cotizadas españolas repartiendo sus beneficios con los accionistas a través del dividendo quedó plasmada el año pasado en que distribuyeron 30.293 millones de euros, lo que supuso un 16,63% más que en 2022, según datos del Banco de España. Fue la mayor retribución en cuatro años, desde 2019 cuando alcanzaron los 31.705 millones de euros.
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Estas cifras hacen que “invertir en empresas teniendo en cuenta su rentabilidad por dividendo sea recomendable para inversores que requieren una corriente periódica de flujos de efectivo en sus carteras y pueden asegurar esos flujos invirtiendo en acciones que paguen dividendos altos y estables”, señala Antonio Castelo, analistas de iBroker.
Argumenta que la rentabilidad por dividendo suele compararse con la rentabilidad de la deuda pública, dado que los dividendos se asimilan a los cupones repartidos por los bonos y obligaciones del Estado, por lo que para los pequeños inversores y ahorradores “es una buena opción si invierten a largo plazo. Se aseguran una buena y estable rentabilidad vía dividendo”.
Cotizadas “bastante generosas”
Otra baza a favor que tienen los accionistas minoritarios que optan por estas cotizadas es que normalmente las que más dividendos reparten suelen ser sólidas, con calidad crediticia superior a la media, estabilidad en sus ingresos, elevada generación de flujo de caja y que “pueden repartir sus beneficios porque los generan”, indica Victoria Torre, responsable de Oferta Digital en Self Bank.
Además, España es uno de los países europeos que mayor rentabilidad ofrece a los accionistas, ya que muchas compañías han aprovechado esta herramienta para fidelizar a los accionistas que se sentían cómodos recibiendo un pago periódico de sus inversiones vía dividendos.
Castelo reconoce que, en general y en su conjunto, las cotizadas españolas son “bastante generosas” en el pago vía dividendo y a través de programas de recompra de acciones propias y su posterior amortización, “que mejoran todos los ratios por acción incluido el dividendo por acción”.
Esta fortaleza del IBEX 35 destaca cuando se compara con otros índices bursátiles europeos. La rentabilidad por dividendo promedio prevista para 2024 para los valores que cotizan en el selectivo español está en el entorno del 5%, mientras que en el caso del índice alemán Dax es del 3,4%, el del francés CAC 40, del 3,1%, y en el EuroStoxx 50, del 3,5%.