El atleta Mo Katir, sancionado dos años por saltarse hasta tres controles antidopaje

El español, que ya había sido suspendido por World Athletics, tiene prácticamente imposible estar en los Juegos Olímpicos de París 2024 tras la decisión de la Unidad de Integridad del Atletismo

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Katir con su medalla mundialista (REUTERS/Alina Smutko)
Katir con su medalla mundialista (REUTERS/Alina Smutko)

Mo Katir sufre su segundo revés en los últimos días. La Unidad de Integridad del Atletismo (AIU) sanciona dos años al atleta español por saltarse hasta tres controles antidopaje. Así pues, la agencia independiente que efectúa los controles sigue los pasos de World Athletics, que ya le había suspendido por este motivo. El periodo del castigo abarca desde el 7 de febrero de 2024 hasta el 6 de febrero de 2026, por lo que la posibilidad de verle competir en los Juegos Olímpicos de París es prácticamente utópica.

El doble medallista mundial, que finalmente no recurrirá al TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo), está descartado para la cita deportiva del año. La sanción esperada ha acabado produciéndose, sin que todavía haya habido recursos por su parte. En estos momentos, Katir tiene su licencia suspendida. Además, la RFEA (Real Federación Española de Atletismo) ya dejó claro que no va a ser elegible, por mucho que obtuviese la suspensión cautelar de la sanción, mientras su caso siga abierto.

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“En el día de hoy, Athletics Integrity Unit me ha comunicado una suspensión provisional ante lo que considera una infracción de las normas derivada de tres fallos de localización en los últimos doce meses (whereabouts). Durante la tramitación del procedimiento disciplinario, AIU ha acordado mi suspensión provisional”, comunicó el propio Katir el pasado 7 de febrero.

Katir en el podio del pasado Mundial (REUTERS/Marton Monus)
Katir en el podio del pasado Mundial (REUTERS/Marton Monus)

El corredor nacido en Marruecos, trasladado a Mula (Murcia) en su infancia, añadió: “Considero que no existe una infracción derivada de tres fallos de localización en los últimos doce meses. En alguno de los fallos de localización, me encontraba disponible en lugar, fecha y horas aportadas por mi parte. Durante los últimos meses y años, vengo siendo sometido a un gran número de controles de dopaje fuera de competición, tanto en muestras de orina como de sangre, sin que se hubiese planteado el más mínimo problema por mi parte”.

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Al hacer oficial lo ocurrido, Katir intentó defender su inocencia. “Es importante tener presente que no estamos ante un expediente de infracción de las normas de dopaje por el uso de sustancias prohibidas, ni siquiera por eludir controles de dopaje fuera de competición. Voy a proceder a defenderme en las instancias que sean oportunas, como no puede ser de otra forma. Por ello, solicito que se respete el derecho a la presunción de mi inocencia hasta que sea tramitado y concluido el correspondiente procedimiento”, sentenció en un primer momento.

La RFEA, inflexible contra el dopaje

Una vez que trascendió la suspensión de World Athletics, el organismo rector del atletismo español no tardó en tomar cartas en el asunto. Con una “posición firme y contundente en contra del dopaje en el deporte” por bandera, se evidenció que Katir, al protagonizar un proceso en marcha, está solo ante el peligro. “Es necesario recalcar que la integridad de la competición y el espíritu deportivo constituyen los pilares fundamentales de un deporte limpio y justo, y deben ser defendidos por encima de cualquier logro deportivo”, expuso la RFEA al anunciar que su licencia y elegibilidad quedan en punto muerto.

El atleta español, originario de marruecos, era desconocido antes de la pandemia. Al salir del confinamiento, se pasó todo el año entrenando en el CAR de Sierra Nevada. Allí, además, aprovecha para desconectar y escribir poesía

Katir, que cumple 25 años este sábado, ha sido uno de los atletas españoles de referencia en los últimos tiempos. En su palmarés, destacan la plata mundial en 5.000 metros que consiguió en 2023 y el bronce igualmente mundialista, pero en 1.500, que obtuvo en 2022. También fue plata en 5.000 en el Europeo de 2022 y campeón del 1.500 de los Juegos Europeos de 2023.

Katir, a la derecha, en acción (REUTERS/Bernadett Szabo)
Katir, a la derecha, en acción (REUTERS/Bernadett Szabo)

A pesar de que tenía la marca mínima exigible para estar en París 2024 (12:45.01, cuando el corte está en 13:05.00), Katir debe ir despidiéndose del sueño olímpico. Tampoco podrá acudir al Europeo al aire libre de junio. “En 120 controles de la AIU, jamás he dado positivo. Lo mío es un problema administrativo, sé que voy a salir de esto. Hay miles de atletas que no saben lo que es la app de la AMA de localización, y he tenido fallos injustos. Sólo os vais a perder un gran atleta como yo”, llegó a escribir, y posteriormente borrar, en las redes sociales.

En su día, ni el estadounidense Christian Coleman ni el ecuatoriano Álex Quiñónez pudieron competir en Tokio 2020 tras haber sido sancionados por idéntico motivo al que afecta a Katir en la actualidad. El panorama es poco o nada esperanzador y la conclusión es que se diluye una opción de medalla en tierras francesas.

Katir entona el ‘mea culpa’

Una vez sancionado, Katir ha decidido emitir un comunicado para reconocer tanto que asume la sanción como que cometió errores. En primer lugar, ha pedido “perdón” a todas las personas que “en mayor o menor medida están siempre ahí”. “Como ya expuse por mi parte al momento de publicarse la suspensión provisional por parte de AIU, no se trata de un asunto que guarde relación con haber utilizado sustancias o métodos prohibidos, ni el haber eludido ningún control antidopaje. Se trata de un expediente sancionador por la incorrecta actualización de los datos de mi localización”, quiere recalcar.

“Se trata de casos que pueden sucederle, y de hecho le suceden, en ocasiones a deportistas que figuran dentro del programa de controles antidopaje. Por ejemplo, en determinado momento, en la incorporación de mis datos de localización, la plataforma no funcionó correctamente, limitándome a remitir un correo electrónico al gestor del sistema ADAMS de WADA para hacerle saber dónde me encontraba en ese momento y dónde me encontraría en las fechas posteriores”, continúa. “Sin embargo, por desconocimiento, y pensando que ADAMS y AIU eran lo mismo, no informé de ello a AIU, algo que posteriormente he podido conocer que resultaba obligatorio”, añade, entonando el mea culpa.

“No era consciente de que la actualización de los datos de localización en tales casos debía realizarse tan pronto como fuese posible”, se sincera Katir, quien creyó que “la simple remisión de un correo electrónico al gestor de la plataforma” era “suficiente”. “Es importante tener presente que, incluso pocas horas después de la comisión de algunos de estos fallos de localización, he sido sometido a controles de dopaje fuera de competición, habiendo dado un resultado negativo siempre”, enfatiza.

“Estos fallos de localización se han debido al desconocimiento por mi parte del correcto funcionamiento del sistema de localizaciones a través de ADAMS, fundamentalmente en la actualización de datos tras la presentación trimestral inicialmente realizada por mi parte. Pero, sobre todo, este problema ha venido motivado porque soy una persona muy despistada. Asumo que estos despistes o errores en la actualización de los datos de localización en ADAMS acaban por convertirse en una falta de diligencia. Valorado todo lo anterior, y analizando fríamente los largos procesos de los diferentes recursos que podría presentar y los cuales podrían llevar a esperas demasiado prolongadas (incluso hasta mucho después de los Juegos Olímpicos), me veo abocado a asumir la sanción que propone AIU”, no tiene más remedio que conceder.

“Así puedo empezar a cumplirla cuanto antes y de esta manera poder regresar lo más pronto posible y no dilatarla en el tiempo. Y si con todo esto sirvo de ejemplo para concienciar al resto de mis compañeros de la importancia que tiene llevar el localizar al día, me daré por satisfecho. Como estoy viendo y viviendo en mis propias carnes, los despistes se pagan a un altísimo precio”, se resigna Katir, que quiere dejar claro: “Independientemente de los graves despistes, los logros deportivos conseguidos hasta la fecha han sido realizados sin recurrir en ningún momento a ningún tipo de dopaje”. “Cumplido el periodo de sanción, regresaré a las competiciones para seguir demostrando mi nivel deportivo”, promete.

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