El poder engancha y cuesta soltarlo. Carles Puigdemont hace tiempo que abandonó sus cargos institucionales en España para huir de la justicia. Pero desde Bélgica todavía tiene mucho que decir y es un gran icono, como diría Inés Hernand, para los catalanes independentistas. Hasta su casa de Waterloo se desplazan sus seguidores (esto sí que es ser un verdadero influencer) para mostrar su apoyo. De hecho, hasta organiza encuentros con sus fans. Y cuando sabes que eres tan querido -a la vez que odiado- es difícil alejarse de la política. Ahora el expresident vuelve a presentarse a unas elecciones. Esta vez, como líder de una organización privada que lucha por la independencia de Cataluña.
Se trata del Consell de la República. Es una organización política que tiene como objetivo hacer efectiva la independencia de Cataluña, culminar el proceso constituyente de la República Catalana, defender el republicanismo catalán e internacionalizar la causa. Puigdemont es su presidente, y como vicepresidente tiene a Toni Comín, además de otros diez miembros, entre los que figuran la diputada de Junts Aurora Madaula o el cantautor Lluís Llach. Principalmente, se atribuye la función de gobierno en el exilio de la supuesta República Catalana. La entidad se financia con capital privado, con aportaciones de la sociedad civil.
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Su sede es la Casa de la República, la mansión en la que vive Puigdemont en Waterloo, un espacio de 500 metros cuadrados que no es solo su hogar, sino que también se ha convertido en la sede central donde “se trabaja la internacionalización del conflicto catalán en todo el mundo”. Cuenta con un jardín de una superficie de 1.000 metros cuadrados, según publicó el diario belga L’Echo. Además, la casa dispone de seis habitaciones, tres baños, cocina equipada, garaje con capacidad para cuatro coches y terraza de 100 metros cuadrados. Pero lo que más sorprende es que no hay ni rastro de banderas de la república catalana. En su día las hubo: una de Cataluña -no la estelada, sino la oficial- y otra de la Unión Europea, pero se retiraron.
Los candidatos que se enfrentan a Puigdemont
Puigdemont aspira a la reelección de este órgano credo por él y compite con otros dos candidatos: Jordi Castellà, abogado y concejal en Canet de Mar (Maresme) por Millorem Canet, surgida del movimiento Primarias, y Lluís Felipe, periodista, según ha informado el Consell de la República en un comunicado. La campaña electoral se ha celebrado del 5 de febrero al 14, y desde este jueves está abierto el proceso para votar, que culmina el 19 a las 9.00 horas.
La elección de la presidencia se realizará mediante voto directo de los afiliados del Consejo, tal y como estipula la reciente reforma del organismo impulsada por Puigdemont y que generó polémica entre las bases, que acusaron a la cúpula de haber entrado en una “deriva autoritaria”. La proclamación definitiva del nuevo presidente se producirá el 24 de febrero, una vez la Sindicatura Electoral haya resuelto las posibles reclamaciones que se presenten una vez finalice el periodo electoral.
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Estas elecciones llegan en un momento en el que Puigdemont, pese a que hace ya casi siete años que se fue de España -huyó el 30 de octubre de 2017- sigue abriendo periódicos, telediarios y copando portadas. Su protagonismo actual se debe a las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez y la necesidad de los socialistas de contar con Junts. Actualmente están negociando una ley de amnistía que, de momento, no convence del todo a los postconvergentes. Sin ir más lejos, el ministro Félix Bolaños ha anunciado este jueves que retomaban las conversaciones.
¿Cuánto gana Puigdemont?
El Parlamento Europeo establece una asignación mensual para sus diputados de 9.975,42 euros, sufragada por el presupuesto de la institución, la cual configura el sueldo nominal de Carles Puigdemont. Tras deducciones obligatorias como impuestos y seguro de accidentes, el emolumento neto del eurodiputado catalán se reduce a 7.776,06 euros.
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Además, el esquema de compensaciones parlamentarias contempla ingresos adicionales por concepto de desplazamientos y estancias fuera del país. Puigdemont tiene derecho a una dieta diaria de 338 euros.
Asimismo, para costear gastos operativos como alquiler de oficinas, comunicaciones y suscripciones, el político percibe una cuantía mensual de 4.778 euros. Con la inclusión de estas cantidades, el total de las percepciones de Puigdemont podría exceder los 10.000 euros mensuales. Estos datos reflejan la estructura salarial y de compensaciones vigente para los miembros del Parlamento Europeo, entre ellos el representante catalán.