El voto exterior podría decantar el color político de Galicia los próximos cuatro años

Las elecciones gallegas se han convertido, de facto, en la segunda vuelta de las elecciones generales del pasado 23 de julio. Feijóo se juega mantener la Xunta, Sánchez la revancha a Feijóo y Pontón sumar con los socialistas y liderar un futuro Gobierno de izquierdas.

Con las encuestas dudando de la viabilidad de la mayoría absoluta de Alfonso Rueda, los partidos son más que conscientes de que el voto exterior será decisivo y podría decantar la balanza hacia un lado u otro del tablero político. El registro de votantes, después de eliminar el voto rogado, ha aumentado en 4.000 personas, 1 de cada 5 votos serán del exterior, algo más del 17%. Además, según el Instituto Nacional de Estadística, casi medio millón de gallegos que residen fuera de España tienen el derecho a participar en estas elecciones, un dato histórico. Todas estas circunstancias, sin duda, están determinando la campaña e influirán en la foto final del Parlamento gallego.

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Por provincias, el voto exterior lo maneja, principalmente A Coruña, donde se han registrado un mayor número de votantes exteriores, casi 165.000 votantes. En segundo lugar, se encuentra Pontevedra, 138.182 electores. Por su parte, Ourense y Lugo son los territorios con menor población residente en el exterior, 103.832 y 69.658 votantes, respectivamente.

Argentina es el país con más electores gallegos, muy por encima de los segundos y terceros en el ranking. Es por esta razón por la que Isabel Díaz Ayuso adelantó su entrevista en Radio Mitre, en el programa ‘Alguien lo tenía que decir’, uno de los programas más escuchados de Argentina, en horario de máxima audiencia. El equipo de la presidenta de la Comunidad de Madrid ha señalado a varios medios que el objetivo era llegar al mayor número de votantes gallegos posibles.

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Ayuso, vistas las encuestas, ha sacado la artillería pesada, acusando al BNG de querer “sacar el español de las aulas, subir impuestos, subsidios”, ha explicado. “Son extremistas y forman parte de las confluencias con los otros nacionalistas independentistas vascos y catalanes. Todo contra España”, remató.

La presidenta de la Comunidad de Madrid fue más allá: “Para que se haya producido el glorioso cambio en Argentina que hemos defendido desde Madrid, se ha tenido que concentrar el voto, en el caso de Argentina en torno a Milei, que es en realidad lo que nos jugamos nosotros en Galicia”, ha explicado, haciendo una clara referencia a evitar dividir el voto conservador entre el PP y Vox. “Galicia no se puede sumar a lo que ya venimos sufriendo todos los españoles en el País Vasco y en Cataluña”, ha advertido, “Y por eso también nos preocupa que en esta recta final se pueda dividir el voto”, ha reconocido abiertamente.

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Más allá de Argentina, donde viven un total de 166.289 electores, también destacan otros países como Cuba o Brasil, donde viven más de 45.000 gallegos o Suiza, país no americano donde vive mayor número de población gallega. A pesar de que en los últimos años la participación en las elecciones autonómicas ha caído de forma pronunciada, se espera que tras la derogación del voto rogado, la participación vuelva a aumentar drásticamente.

El voto de los gallegos que viven fuera de España ha supuesto en más de una ocasión cambios en la configuración del Parlamento de Galicia. En el año 2005, los resultados provisionales de las elecciones autonómicas le otorgaron al PP de Fraga 37 escaños, a un solo voto de lograr la mayoría absoluta. El voto exterior abrió la puerta a que existiera la posibilidad de robarle un diputado al PSdeG. En un principio el PP lo logró, sin embargo, el recuento final, volvió a dejar las tornas tal y como estaban, lo que permitió que el PSdeG y el BNG pactaran un Gobierno de coalición.

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En 2009 la tensión volvió a apoderarse del Partido Popular, esta vez de Alberto Núñez Feijóo, que se presentó con el único objetivo de recuperar la Xunta para los populares. Logró 39 escaños, pero el voto exterior, aunque le hizo perder un asiento a Feijóo, mantuvo por la mínima su mayoría absoluta, dejando la representación popular en los 38 escaños.