Kilómetros y kilómetros de hielo, espectaculares icebergs y un paisaje congelado es lo que define a la Antártida. Su peculiar disposición no debe engañar a nadie, pues a pesar de ser un lugar inhóspito, en él se pueden encontrar estaciones de investigación y campamentos con integrantes durante todo el año, además de antiguos asentamientos de balleneros. A esto se le suman unos paisajes que asombran a todo aquel que se acerque hasta allí.
Seguramente les suene increíble si les digo que en mitad de la gran mole de hielo que forma este continente se ubica un lago gigante. A priori es algo difícil de creer, pero hace unas décadas se descubrió el conocido como lago Vostok. Este recibe el nombre de la ‘cercana’ base Vostok y constituye el lago subglacial más grande de los casi 400 que se conocen en la Antártida. Este se encuentra aproximadamente a 4.000 metros bajo la superficie del glaciar y se extiende a lo largo de unos 250 kilómetros de largo y 50 kilómetros de ancho, con una profundidad que supera los 1.000 metros en algunas áreas.
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¿Cómo se ha formado?
La mayor pregunta ante este fenómeno natural es que como es posible que el agua, a esas temperaturas tan bajas, siga en estado líquido. A esto hay que añadir, que la zona donde se ubica el lago es donde se registró la temperatura más baja de nuestra historia con -89,2 °C en el mes de julio de 1983. La respuesta a esta pregunta es que este punto del planeta lleva sellado y aislado del mundo desde hace al menos 15 millones de años.
En esa época, el continente antártico no contaba con estas temperaturas polares, sino que era más templado. Incluso se dice que contaba con un clima tropical y vida salvaje. Sin embargo, en un momento de la historia, las placas terrestres de Sudamérica y Australia se separaron, creando un anillo de mar abierto alrededor de la Antártida. Esto provocó la aparición de una gran corriente oceánica alrededor del polo que desviaba las aguas cálidas hacia el norte.
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Como consecuencia, se fue poco a poco formando una placa de hielo sobre el territorio donde antes se situaba un clima tropical hasta convertirse en lo que conocemos hoy en día como la Antártida. El lago Vostok es uno de los testigos de aquel fenómeno que tuvo lugar hace millones de años.
Unas características increíbles
En cuanto a las características del lago, se sabe que la temperatura es de unos -3 °C y que está en total oscuridad. A su vez, dada la alta concentración de oxígeno, su ambiente es tóxico, además, no hay apenas nutrientes y la presión es 360 veces mayor que la de la atmósfera. “Hay varias teorías para explicar que el agua siga líquida, una es la propia presión que tiene provocada por el peso del hielo sobre el lago que hace que no se solidifique el hielo. Otra podría ser el calor geotérmico del interior de la Tierra que calienta las rocas del lago”, explica la doctora en Físicas Mar Gómez (@MarGomezH) en su cuenta de X (antes Twitter).
Igualmente, se cree que en este ambiente único podrían encontrarse microorganismos extremófilos que ofrecen pistas sobre los límites de la vida en la Tierra, así como indicios sobre la viabilidad de la vida en otros planetas y lunas del sistema solar con ambientes similares.
Por otro lado, su exploración presenta desafíos técnicos significativos. Se requieren técnicas especializadas para perforar a través de la gruesa capa de hielo sin contaminar el prístino ambiente subglacial. Las expediciones científicas han empleado técnicas de perforación cuidadosas para evitar la introducción de microbios externos. En 2012, se logró alcanzar la superficie del lago, y desde entonces, diversas muestras han sido extraídas para su análisis en laboratorios de todo el mundo.