Campazzo lo retoma donde lo dejó en la Copa: al rescate del Madrid para evitar la campanada del Murcia

Facundo Campazzo no disputaba una Copa del Rey desde 2020. Cuando eso sucedió, el escenario era el mismo que el actual: Málaga. ¿Y cómo terminó la película? Con el Real Madrid de baloncesto alzando el título y con el base argentino convirtiéndose en el MVP del torneo. Aún queda tela que cortar para saber si la historia se repetirá en esta edición. Lo que sí está claro es que todo empieza como terminó la última vez que el de Córdoba alborotó el torneo del KO. Esto es, con una victoria de los blancos, en este caso en cuartos de final ante el Murcia, y el Facu resultando capital en la misma.

Hace tiempo que es una evidencia que el regreso a la casa blanca de un director de juego de tanto calibre como Campazzo podía ser un factor diferencial esta temporada. Chicho Terremoto se empeña en demostrar que es así. Y, aunque es humano y tiene días malos como cualquiera, le cuesta horrores dejar de aparecer cuando vienen mal dadas para los suyos. El 84-79 que ha reflejado este jueves el electrónico del Martín Carpena, al bocinazo, ha sido uno de esos tragos incómodos que necesitaban de un liderazgo como el suyo para ser superados. A duras penas, se consiguió.

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No se podría explicar el pase del Madrid a semifinales sin el último cuarto de Campazzo. Él dio el paso adelante necesario cuando a Sergio Llull, otro con la capa de superhéroe siempre debajo del brazo, le faltó la pólvora. Sí tuvo la suficiente como para convertirse en el máximo triplista copero de la historia, con 65 lanzamientos acertados (superó a Juan Carlos Navarro). Pero los focos, en última instancia, se los cedió al Facu. Poco o nada le importó tener delante a su exequipo, aguerrido como pocos y capaz de darle la vuelta al choque en una segunda parte plena de valentía. El más resolutivo de todos fue Campazzo.

16 puntos, cuatro asistencias, dos rebotes y tres recuperaciones en 22 minutos, para un 25 de valoración, llevaron su sello. A 29 segundos de la conclusión, Campazzo le dio la puntilla al Murcia, que tanto amenazó con dar la sorpresa de la Copa nada más arrancar la misma. Él señaló el camino del triunfo a sus compañeros. También a su compatriota Gaby Deck.

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No está siendo una temporada nada fácil para el Tortuga. Lastrado por los problemas físicos, es muy posible que esta primera eliminatoria de la Copa sea uno de los partidos en los que más cómodo se le ha visto recientemente. Una de las acciones decisivas, un mate con el que los de Chus Mateo empezaron a ver que podían cruzar la meta primeros, la protagonizó el interior. Muy bien visto por Campazzo.

Respirar tranquilos iba a ser posible. Una sensación que el Madrid no pudo tener durante muchos minutos, a pesar de haberse ido al descanso creyendo que romper el encuentro estaba a su alcance. Ahí se ganó Hezonja, mayormente y por enésima ocasión, el jornal. Un rato después, quien sufriría mucho más que de costumbre sería un Tavares desdibujado, a la par que recién salido de una lesión.

El principal motor del Murcia, que reaccionó a lo grande e incluso soñó con la gesta, fue Ennis, eléctrico en los dos periodos en los que había que resolver el asunto. A Caupain tampoco le tembló el pulso a la hora de apretar las tuercas al Madrid. Pero la remontada (los pimentoneros cayeron hasta por 15 cuando aún les faltaba garra) se quedó por el camino. Así lo quiso, por encima de cualquier otro, Facundo Campazzo. Ya conquistó Málaga en una Copa y no dudará en hacerlo de nuevo.