Máximo Huerta recuerda el terror de vivir con su padre: “Cuando se oían sus llaves en la puerta la vida cambiaba”

El escritor ha estrenado la nueva temporada de ‘El camino a casa’, presentado por Albert Espinosa, donde ha recordado el maltrato que sufrió su madre cuando él era niño

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Máximo Huerta en el programa 'El camino a casa'. (La Sexta)
Máximo Huerta en el programa 'El camino a casa'. (La Sexta)

Máximo Huerta siempre tiene una sonrisa en los labios, pero lo cierto es que detrás de su semblante alegre hay una historia de superación que ha desvelado al completo en El camino a casa, que este martes 13 de febrero ha comenzado con él su segunda temporada. Acompañado del presentador y creador del espacio, Albert Espinosa, el valenciano ha recorrido la distancia que había entre su casa de la infancia y su colegio, hablando durante el camino de aquellos primeros años de su vida que, por desgracia, no fueron fáciles.

El que fuera ministro desveló, entre otras cosas, que de niño no le gustaba salir de casa porque quería quedarse en casa y proteger a su madre de su pobre, un hombre al que definió como violento. “Mi padre era violento en casa y yo prefería quedarme vigilando a mi madre, era su protección de vida. Si yo estaba mi padre se cortaba más”, ha confesado Máximo. Con el paso de los años llegó a la conclusión de que fue “hijo de una familia que no se quiso y que tuvieron que evitarse”.

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De su progenitor recuerda muchas cosas, y pocas buenas. “En una mirada de mi padre ya había miedo”, contó a Espinosa, recordando una frase que repetía su madre: “decía algo muy duro que era, ‘¿cuándo se morirá tu padre?’. Porque eso significaba su libertad y la mía. Vivimos así toda la vida. Nos pillaba viendo el 1, 2, 3 y cuando se escuchaban las llaves la vida cambiaba. Solo el sonido de las llaves ya era el miedo. Yo conozco el miedo, y lo que es peor, me acostumbré de niño al miedo. Sé a lo que sabe”. Y si bien han pasado muchos años de esos episodios de maltrato, todavía tiene “dolor, pero no rencor” hacia la figura paterna.

Máximo Huerta junto a sus padres en una imagen familar mostrada en el programa 'El camino a casa'. (La Sexta)
Máximo Huerta junto a sus padres en una imagen familar mostrada en el programa 'El camino a casa'. (La Sexta)

Contó también que su padre prohibió a su madre pintarse las uñas y vestirse de rojo y, como venganza, hace poco él mismo cogió un esmalte y le puso ese color tan brillante en los dedos. “Hace poco colgué una foto de las manos de mi madre con las uñas pintadas de rojo. Se las pinté cuando ya tenía Alzheimer, y lo hice como un acto de venganza al pasado”, ha desvelado.

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Máximo también le ha contado a Albert Espinosa que aunque “no puedo justificar nada de lo que hizo” su padre también tiene presente que, a pesar de todo, “era mi padre”. “Él se fue en paz y yo también”, reconoció visiblemente emocionado, recordando que “cuando ya estaba muy mayor, mi padre no podía subir escaleras y no tenía casi fuerza. Un día le dije: ‘con toda la fuerza que tenías...’. Y él me contestó: ‘lo siento’. Y fue un ‘lo siento’ que lo dijo por todo lo que nos había hecho (...). Ahora mi padre está en las cervezas que me tomó cuando me siento en un bar”.

Máximo Huerta y Albert Espinosa en el programa 'El camino a casa'. (La Sexta)
Máximo Huerta y Albert Espinosa en el programa 'El camino a casa'. (La Sexta)

Buena parte del programa giró alrededor de estas terribles vivencias, pero gracias a El camino a casa Máximo pudo recordar que también hubo buenos momentos. “Me había olvidado que fui feliz”, pronunció tras ver algunas fotografías del álbum familiar en el que se le veía en la playa o junto a su madre, que también sonreía a cámara. “Ahí parece feliz... Mi madre siempre decía que lo que ocurriera en casa no se viera fuera, pero ahí la veo feliz”, añadió sobre Clara, como se llama la mujer.

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