Las revistas de este miércoles han tenido un claro protagonista, Antonio Tejado, pues se ha convertido en uno de los protagonistas de la actualidad del papel couché tras ser detenido y conocerse su presunta implicación en una trama de robos a viviendas de Sevilla en las que se incluiría la de su tía, María del Monte. Si bien él está detenido, su entorno más cercano ha comenzado a realizar las primeras declaraciones tras el shock inicial. Mientras que su tía ha optado por guardar silencio y afirmar que prefiere confiar en la presunción de inocencia, Alba Muñoz, la exmujer de Tejado, ha concedido una extensa entrevista a la revista Lecturas en la que habla de su complicada relación.
La sevillana, que estuvo casada con Antonio desde 2011 a 2016 y tiene una hija en común con él, Emma, que según explica se enteró de todo por su hija. “Desgraciadamente, ella lo vio a través de las redes sociales. Llegó llorando a casa después de verlo”, ha contado. Y aunque la menor sabe que pasa algo con su padre, en el momento de la entrevista Alba confesó que aún no le había dicho nada: “No sé cómo voy a decirle que su padre está en prisión. Tendré que dar la talla una vez más y ejercer de lo que he ejercido durante muchos años en la vida de mi hija, de padre y de madre.
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Sobre este momento, Muñoz asegura que está “mal” y “reventada” porque el ingreso en prisión del televisivo es solo una piedra más en un camino que le ha hecho llevar “muchos años aguantando” cosas que es consciente que no deben consentirse. “Pensaba siempre en mi hija. Porque mi hija adora a su padre”. Sin embargo, su concepción es totalmente diferente, pues no duda al afirmar que no ha estado a la altura. “De hecho, cuenta que le ha tapado siempre que no ha estado presente en la vida de su hija.
Si bien la última vez que le vio, el pasado día de Reyes, le notó “mucho mejor, más gordito”, le asustó conocer que había dejado su relación con Samara porque “ella era el pilar que lo tenía encauzado” y temía que pudiera retomar malas acciones. Sobre este tema, Alba ha recordado que en el pasado “he visto a Antonio muy perdido, llamándome de madrugada, mal” y es que se juntaba con “muy mala gente” que le daba “mala sensación, de estar metidos en peleas, muy malos hábitos de vida”.
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Por eso, cuando a veces tocaba que su hija pasara con él el fin de semana le daba miedo. “Pensaba, ¿y si a Antonio le pasa algo estando con esas personas? Porque mi hija está en esa casa”. Así que por una parte era bueno que no viniera a recogerla. Y el día que sí venía a hacerlo, me desgarraba. Me daba miedo dejar a nuestra hija con él. (...) Además, también pensaba que si Antonio alguna vez se metía en algo oscuro, luego esta gentuza podría venir a buscarme a mí y a mi hija”, ha confesado a Lecturas.