Desde lo alto de un cerro, se alza dominante una de las fortalezas más imponentes de Toledo. Sus muros han sido testigo de las numerosas batallas y conflictos que han ocurrido en la región a lo largo de los siglos. Algo visible en su marcada arquitectura militar que demuestra la importancia histórica que tuvo en el pasado. Estamos hablando del castillo de Almonacid, que ubicado en la localidad de Almonacid de Toledo es uno de los mayores vestigios de fortaleza defensiva de la provincia.
Se sitúa a poco más de una hora de Madrid, lo que le convierte en un destino ideal para los amantes de la historia y de este tipo de construcciones. A su vez, se puede aprovechar para visitar también Almonacid de Toledo, el cual acoge un pintoresco casco antiguo que sorprende con monumentos como su iglesia parroquial de San Antonio Abad, su Ermita de Nuestra Señora de la Oliva, con interesantes frescos en sus cubiertas y algunas casonas solariegas ubicadas en el corazón del pueblo.
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Una construcción original del siglo IX
El castillo actual de Almonacid fue construido en el siglo XIV y estuvo destinado a ser una residencia permanente de tropas y a constituir una población militar de vigilancia y defensa. Sin embargo, la primera referencia que se tiene de la fortaleza es en el año 848. Esto atribuye la construcción primigenia a los musulmanes, aunque a partir del siglo XI ya pasa a manos cristianas. Posteriormente, Alfonso VI lo donó a la Catedral de Toledo, siendo reformado en el siglo XIV por el Arzobispo Don Pedro Tenorio.
A lo largo de su historia fue en ocasiones utilizado como prisión y durante la Guerra de la Independencia se libró una gran batalla en sus alrededores. Esta fue “entre las tropas del general español Venegas y las francesas de Sebastián, Desoyen y el propio José Bonaparte. Los galos tomaron el castillo, destruyéndolo en parte a su retirada”, explican desde la web de Turismo de Castilla-La Mancha.
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En cuanto a su arquitectura, la fortaleza está rodeada completamente por un foso bastante apreciable hoy en día. A su vez, su estructura se distribuye en una muralla exterior, un recinto interior, y un torreón central, y está “construido todo con mampostería de sillarejo y adobe, ofreciendo sillar bien labrado en algunas esquinas de la muralla y de la torre central”, detallan.
Igualmente, en su interior se puede contemplar un gran patio de armas, así como la torre del homenaje, la cual cuenta con tres pisos. Por otro lado, su acceso es libre, pudiendo llegar hasta él tanto a pie o coche por la pista habilitada.
Cómo llegar
Desde Madrid, el viaje hasta Almonacid de Toledo es de alrededor de 1 hora y 10 minutos por la carretera A-42. Por su parte, desde Toledo el trayecto tiene una duración estimada de 20 minutos por las vías A-42 y CM-42.