Ana Pontón se está convirtiendo en la verdadera protagonista de la contienda electoral gallega. Alfonso Rueda ha pasado del ataque a la defensa en todas las encuestas, mientras que la candidata del Bloque Nacionalista Galego solo registra transferencias positivas de voto, es decir, según las encuestas, cada día gana más votos de los que pierde.
“Ana Pontón se ha convertido, salvando las distancias, en la Mónica García de Galicia”, explica Alejandro Solís, politólogo y uno de los coordinadores del Área de Análisis Electoral y Comunicación Política de Ideas en Guerra. Para Solís, la candidata del BNG ha logrado erigirse como la verdadera alternativa al Partido Popular de Galicia, “es la candidata que se está centrando en hablar de Galicia, en territorializar las elecciones, como en 2021 hizo Más Madrid”.
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El ejemplo más claro de esta estrategia, explica Solís, es el debate de la TVG: “Durante el debate, el único objetivo de Rueda fue nacionalizar cada asunto que se trataba, sacaba la amnistía y a Puigdemont en todo momento, en cambio, Pontón utilizaba esos argumentos para acercarlos a la realidad gallega”, apunta.
En medio de esta pugna, al igual que Ángel Gabilondo en 2021, el PSdeG y Jose Ramón Gómez Besteiro se han quedado completamente desdibujados. El PSOE ha pasado a tener, como en Madrid, la función de ser el apoyo esencial que permitiese producir un vuelco político en Galicia. “Parece que han dado el territorio por perdido”, señala el politólogo, aunque su apoyo sería esencial, por eso es imprescindible que el PSOE no caiga del 15% de los votos.
Estrategia avalada por el CIS
Esta comparación entre Ana Pontón y Mónica García quedaría reducida a un simple análisis político si no fuera porque el último estudio publicado por el Centro de Investigaciones Sociológicas apuntala con algunos datos clave esta teoría. Para empezar, las transferencias de voto del resto de partidos al BNG son importantes, por lo que podríamos apuntar que los nacionalistas galegos se están convirtiendo en una fuerza que aspira a ser más transversal. Pontón recibiría el 29,4% de los votos que hace cuatro años votaron al PSOE, el 5,9% de las papeletas del Partido Popular y el 56,6% de los electores que en 2020 apostaron por la extinta Galicia en Común, hoy votarían al BNG.
La candidata del BNG es la mejor valorada, incluso más que el actual presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda. Pontón aprueba con un 5,89 y Rueda acumula una nota de cinco décimas menos, un 5,29. El 34,6% de los electores prefiere que la próxima presidenta de la Xunta sea Ana Pontón, mientras que Rueda consigue tan solo 4 décimas más, un 35%. El problema de este último dato es la variable de preferencia política. El 7,7% de los votantes del PP, prefieren que la nueva presidencia esté dirigida por la candidata del Bloque Nacionalista Galego.
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Situación parecida es la que se encuentra el PP cuando el CIS pregunta sobre ¿a quién le preocupan más los problemas de los gallegos?, en términos globales, el 40% apunta al BNG, pero entre los votantes del PP, un 11,7% reconocen que quien muestra más preocupación son los nacionalistas. Con respecto a ¿quién defiende mejor la cultura, identidad y el idioma gallego?, los encuestados apuntan en la misma dirección: en términos generales, un 63,4%, apunta al BNG y entre los votantes de los populares, un 37,6% sitúa a Pontón como la que mejor defiende estos valores.
La clave del 18-F
A pesar de todos estos datos, la fotografía que dibuja el CIS es el de un escenario completamente abierto. No obstante, es preciso señalar que esta situación difiere, en términos de representación de las fuerzas políticas, con la mayoría de encuestas publicadas.
El Partido Popular, según el CIS, caería muy por debajo del 45%, cuestión que pondría en grave peligro su mayoría absoluta, recordemos que es la única opción para lograr seguir gobernando la comunidad. El BNG, según este último estudio, seguiría subiendo firmando un 33,4% de los votos, y el PSdeG lograría frenar su caída y evitaría bajar del 15%.
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A pesar de que estos datos son muy beneficiosos para la izquierda y casi ningún estudio comparte sus conclusiones, sí que pueden ayudar a mostrar algunas tendencias de consenso entre encuestadoras. El PP sigue perdiendo votos, como hemos visto, un 5,9% de ellos en favor de su principal competidor, por lo que los de Alfonso Rueda tienen una clara tendencia a la baja.
Por su parte, también la mayoría de los estudios demoscópicos sitúan al BNG en una tendencia claramente alcista. Mientras que al principio de la campaña el Bloque Nacionalista peleaba por superar la barrera del 28% de los sufragios, a menos de una semana de las elecciones, todo indica que los de Pontón lograrán superar el 30% de las papeletas. En el otro lado del tablero se encuentra el PSdeG, cuya principal misión, es evitar caer por debajo del 15%.
Con todo, si el PP baja del 45%, el BNG supera el 30% y el PSOE evita caer por debajo del 15% de los sufragios, el cambio en Galicia podría producirse. Una variable relevante en todo este proceso será el voto que queda sin representación, según el CIS, Sumar se enfrenta a la posibilidad de no obtener representación, por lo que papeletas progresistas no se verán traducidas en escaños.