Los pasos para sacar dinero de la cuenta bancaria de un fallecido al recibir una herencia

Para acceder al saldo de estas cuentas y realizar cualquier tipo de operación con ellas, es imprescindible seguir una serie de pasos legalmente estipulados

Los pasos para sacar dinero de la cuenta bancaria de un fallecido al recibir una herencia (Eduardo Parra - Europa Press)

La gestión de la herencia de un ser querido que ha fallecido incluye una serie de procedimientos burocráticos que, en ocasiones, pueden resultar complejos para los herederos. Uno de los aspectos más sensibles de este proceso es el manejo de las cuentas bancarias del fallecido, las cuales forman parte integral de los bienes a repartir. Para acceder al saldo de estas cuentas y realizar cualquier tipo de operación con ellas, es imprescindible seguir una serie de pasos legalmente estipulados, garantizando así una transición ordenada y conforme a la ley.

El primer paso tras el fallecimiento de una persona es notificar al banco para prevenir cobros o pagos indeseados. Es crucial entender que cualquier autorizado en la cuenta pierde sus derechos de operación tras la defunción del titular. De ignorar esta condición y proceder a realizar operaciones, el autorizado puede enfrentar consecuencias legales si los herederos deciden interponer una denuncia.

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A pesar de que los herederos notifiquen al banco sobre el fallecimiento del titular, la entidad bancaria no facilitará información sobre las cuentas hasta que no se haya efectuado el reparto adecuado de la herencia. Este proceso implica la liquidación del Impuesto de Sucesiones, permitiendo así que los herederos acrediten su condición y soliciten las operaciones o información que deseen.

Para que el banco permita a los herederos acceder al dinero o realizar otras operaciones con las cuentas del fallecido, debe presentarse una serie de documentos, incluyendo el certificado de defunción, el certificado del Registro de Actos de Última Voluntad, una copia autorizada del último testamento o, en su defecto, de la declaración de herederos. Además, se debe aportar la documentación que demuestre la aceptación, partición y adjudicación de la herencia. Asimismo, se deberá presentar la liquidación del Impuesto de Sucesiones.

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Para reclamar efectivamente esta parte de la herencia, es fundamental conocer todas las cuentas abiertas por el fallecido. La Agencia Tributaria facilita esta información a través de los rendimientos financieros imputados al difunto, permitiendo así que los herederos estén al tanto de las posiciones y movimientos realizados tras el fallecimiento.

Disponibilidad del saldo

La disponibilidad del saldo de las cuentas varía según la titularidad. En el caso de que el fallecido fuera el único titular, los beneficiarios pueden acceder al saldo previa autorización conjunta y después de acreditar el pago del Impuesto de Sucesiones. Si la cuenta era compartida, los cotitulares sobrevivientes tienen la posibilidad de retirar dinero sin necesidad de acreditación de herederos, respetando el porcentaje que les corresponde.

Este complicado pero necesario proceso asegura el respeto a la voluntad del fallecido y la equitativa distribución de sus bienes entre los herederos. La transición de la propiedad y el acceso a las cuentas bancarias de una persona fallecida a sus legítimos herederos es una tarea delicada que requiere no solo el cumplimiento de ciertos requisitos legales sino también una gestión cuidadosa y respetuosa por parte de todas las partes involucradas. Por último, es recomendable asesorarse con un profesional en derecho sucesorio para facilitar y asegurar que el proceso de transferencia de la herencia se realice correctamente.

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