¿Comprar o alquilar este año? Es la gran pregunta que se hacen muchos ciudadanos en un escenario en que los precios de la vivienda y del alquiler están disparados. El año pasado cerró con una subida del precio de la vivienda en España del 8,1% hasta situar el coste del metro cuadrado en 2.042 euros de media, que se duplica en grandes capitales como Barcelona, donde se paga a 4.167 euros, o en Madrid, en que ronda los 4.118 euros. También el alquiler pulverizó récords tras cerrar 2023 con un crecimiento superior al 10% y colocar el precio del metro cuadrado en 12,1 euros.
En este contexto y teniendo en cuenta el factor económico, los analistas recomiendan comprar a aquellos que tengan ahorrado al menos un 30% del coste de la vivienda, para afrontar la entrada y los gastos asociados. Otro factor que hace que este año la compra sea la mejor baza es que la bajada de los tipos de interés prevista por el Banco Central Europeo para el próximo verano va a abaratar los préstamos hipotecarios. A lo que se suma el deseo de los bancos de engrosar sus carteras de hipotecas, ahora muy mermadas, lo que les llevará a lanzar ofertas muy competitivas al mercado que pueden aprovechar los futuros compradores.
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Teniendo en cuenta todo ello, “es más conveniente comprar que alquilar, ya que las cuotas mensuales que tendríamos que pagar en caso de vivir de alquiler serían más altas que las que habría que asumir en el pago de una hipoteca”, señala Laura Martínez, experta en finanzas personales de iAhorro.
El alquiler cuesta el doble que la hipoteca
Incluso ahora pagar un alquiler supone casi el doble que afrontar una hipoteca, indica la experta. En concreto los alquileres consumen un 43% del salario de los españoles, mientras que en las hipotecas este porcentaje es del 26%. Ello es debido, según el último Barómetro de Esfuerzo Financiero de iAhorro, a que el precio del alquiler rondó a finales de 2023 los 1.150 euros al mes de media, mientras que la cuota mensual de una hipoteca fue de unos 700 euros.
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También Pedro Ruiz, portavoz de finanzas personales de Kelisto, estima que comprar sale más a cuenta: “Si tenemos un proyecto vital ya establecido y contamos con los recursos para poder adquirir una vivienda, lo más conveniente desde desde el punto de vista económico es comprar”. Reconoce que el dinero dedicado a pagar la renta se emplearía en la hipoteca y “al cabo del tiempo esa vivienda sería suya”.
No obstante, optar por una de las dos alternativas dependerá de la estabilidad laboral de esa persona, de los ahorros que tenga y de su capacidad para endeudarse. “Al optar por la compra, el ciudadano tiene que tener claro que quiere cimentar su proyecto de vida sobre esa vivienda, ya que al comprarla se reduce la movilidad que le ofrece el alquiler”, indica Ruiz.
Una vez que se ha elegido comprar y solicitar un préstamo hipotecario es esencial, en opinión de Pedro Ruiz, comparar entre las mejores hipotecas del mercado para reducir el pago de intereses lo máximo posible, ya que esta investigación “puede significar un ahorro de cerca de 30.000 euros”, apunta Ruiz.
Alquilar con derecho a compra
Para los indecisos, existe una alternativa intermedia: alquilar con derecho a compra. Se trata de un contrato de arrendamiento “muy atractivo”, según los analistas, para quienes desean comprar una vivienda pero no cuentan con la capacidad económica necesaria para hacerlo. Evita que el dinero gastado en el alquiler “caiga en saco roto”, ya que permite al inquilino comprar la vivienda y descontarse total o parcialmente las rentas que ha pagado durante el tiempo que ha estado de alquiler.
“Esta opción intermedia es interesante porque recoge la parte buena del alquiler, que no exige en ese momento pensar en un proyecto vital en esa vivienda, y permite conocer el barrio en que está ubicada la vivienda y ver si esta cumple sus expectativas y, además, se empieza a pagar la casa desde el momento en que se alquila, por lo que la deuda de su compra se va reduciendo con cada pago”, argumenta Ruiz.
Laura Martínez es de la misma opinión y reconoce que “al comprar la casa el inquilino tendrá un ahorro interesante en el precio”. Sin embargo, a su juicio, “el problema que se plantea es que no hay muchas viviendas en alquiler con esta opción. Este tipo de alquiler con derecho a compra es residual en el mercado inmobiliario español”.