6,36 euros. Esto es lo que vale, de media, el gramo de resina de hachís en España. Un lucrativo negocio que mueve miles de millones de euros cada año. Un lucrativo negocio que se ha llevado por delante la vida de los dos guardias civiles que fueron arrollados por una narcolancha el viernes por la noche en el puerto gaditano de Barbate. El 80% del hachís que se consume en Europa entra por las costas españolas, un viaje que se inicia en Marruecos. Allí, según la información oficial suministrada por el propio Ejecutivo marroquí, la superficie destinada al cultivo del cannabis ilegal pasó de 134.000 hectáreas en 2003 a 29.557 hectáreas en 2023, un 77% menos, datos que no se creen los servicios antidroga españoles.
“Marruecos es el mayor productor del mundo de hachís. Y las mafias que controlan esta droga se aprovechan de la corrupción que existe en el país vecino para que no se acabe el negocio. Allí se unta a todo el mundo. No ha habido una reducción tan drástica de la producción como se argumenta oficialmente”, explican fuentes de la lucha antidroga consultadas por Infobae España. Tánger, una ciudad multicultural y “muy occidentalizada”, se ha convertido es una especie de centro logístico donde mafias de toda Europa viajan a comprar las drogas a los clanes marroquíes: franceses, británicos, albaneses, serbios, holandeses, italianos y suecos.
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El transporte, generalmente, está en manos de los españoles. Solo 14 kilómetros separan Marruecos de Andalucía en la zona del Estrecho. Y aquí entran en juego las famosas narcolanchas. Su construcción está prohibida en España desde octubre de 2018. Expertos consultados de la Brigada Central de Estupefacientes de la UDYCO Central de la Policía Nacional señalan que casi siempre son “embarcaciones neumáticas semirrígidas, en su mayoría de entre 12 y 16 metros de eslora por 2,5 metros de manga”. Los motores –hasta cuatro– que llevan pueden estar entre los 250 y los 450 cv de potencia cada uno, con un consumo medio de entre 50 y 60 litros de combustible a la hora. Cada uno de esos motores tiene un valor aproximado por encima de los 30.000 euros. “Y permiten alcanzar velocidades superiores a los 60 nudos (más de 111 km por hora)”, explican desde la Brigada Central. La capacidad de carga suele estar en torno a las tres toneladas.
Es el medio de transporte más utilizado. El más rápido y el más fiable. En cuanto a la mercancía, “el precio del kilo de hachís en Marruecos depende un poco de su calidad. Si no es muy bueno, está en torno a los 500 euros. Si es muy bueno, ronda los 1.000 euros. La media es de 700 euros”, explican desde el Grupo de Inteligencia Criminal y Coordinación de la Unidad Técnica de Policía Judicial de la Guardia Civil. La Cordillera del Rif, donde se sitúa la localidad de Ketama (ahora denominada Issaguem), es donde ubican las mejoras plantaciones.
Cruzar la mercancía a España sube ya el precio. “Ahora está en 1.900-2.000 euros el kilo. Precio que va aumentando según va pasando fronteras a través de Europa”, sentencia en la Guardia Civil. Y ponen un ejemplo. El gramo en Cádiz te puede costar 5 euros en la calle, directamente al consumidor, siete en Madrid y nueve en el País Vasco. En Noruega está a 23 euros. Todo un negocio. Un alijo de 3.500 kilos desembarcado en aguas gaditanas cuesta 6,6 millones de euros. 2018 fue un punto de inflexión. España se consolidó como el país de Europa que mayor cantidad de hachís decomisaba. De cada 100 kilos que llegaban a suelo comunitario, 72 lo hacían ese año a través de las costas andaluzas, sobre todo en Cádiz, Málaga, y Huelva, las zonas más calientes. En 2018, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado incautaron 437.000 kilos, un 30% más que el año anterior. Había que hacer algo.
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En julio de 2018 se puso en marcha el I Plan Especial de Seguridad para el Campo de Gibraltar –circunscrito solo a esa comarca gaditana–, lo que supuso más refuerzos policiales y medios para perseguir a los narcos que habían convertido el Estrecho en su territorio. El Campo de Gibraltar lleva décadas arrastrando el estigma de ser uno de los epicentros del tráfico de drogas de la península. Los resultados se tradujeron al año siguiente: 2019 cerró con 350.000 kilos incautados en toda España. Pero el narco siempre aprende y va un paso por delante. En 2020 la cantidad incautada subió 474.000 kilos y en 2021 se disparó hasta los 676.200 kilos. En 2022 las cifras mejoraron, con 324.700 kilos decomisados. 2023 va a suponer, de nuevo, un incremento de estas cifras.
Plan Especial en el Estrecho
En julio de 2020, Interior decidió prorrogar el plan especial del Estrecho y amplió los territorios de aplicación a la totalidad de las provincias de Cádiz, Huelva y Málaga. Los narcos, muy perseguidos en la zona del Campo de Gibraltar, ampliaron sus rutas de tráfico. En marzo de 2022 se puso en marcha el III Plan, que volvió a ampliar las zonas de operaciones a Almería, Sevilla y Granada. En diciembre de 2023 se ha aprobado el IV Plan. Desde entonces, Policía Nacional y Guardia Civil han incautado 1.668 toneladas de hachís y ha realizado 22.200 operaciones antidroga. Estanos hablando de un negocio de más de 3.000 millones de euros. 3.000 millones frente a los 80 millones que Interior reconoce que ha invertido desde 2018 en combatir la lacra del hachís. Comparen.