El reparto de una herencia tras el fallecimiento de la persona causante lleva implícita una serie de trámites y pagos que, para algunas familias, puede complicarse más de la cuenta. Las gestiones propias del proceso comprenden desde la aceptación legal de los bienes heredados hasta el pago de los impuestos correspondientes. La forma en la que se divide una herencia depende en última instancia de la existencia o falta del testamento. Este documento se presenta como una pieza prácticamente crucial para desgranar cualquier herencia, tanto en España como en el resto del mundo. La persona causante suele utilizar este escrito para manifestar cómo quiere que se haga la distribución de los bienes y propiedades que le pertenecen, asegurando que se cumplen sus últimas voluntades sin demasiados conflictos.
Los trámites legales pueden prolongarse durante meses, sobre todo, cuando no existe testamento. En estos casos, los bienes se reparten tomando como referencia las normas vigentes en cada país. El tabú que existe en torno a la muerte lastra a menudo la planificación de ciertos preparativos, entre ellos, la redacción del testamento. En las herencias sin indicaciones establecidas por la persona causante, los familiares tienen que seguir la fórmula establecida y recogida por el Código Civil. El proceso para heredar de esta forma pasa por la vía notarial, mediante un certificado conocido como Acta de Declaración de Herederos Ab Intestato. Este escrito designa e identifica quiénes son los herederos y qué orden tienen que seguir para recibir su parte correspondiente de los bienes y derechos.
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El testamento no solo supone un ahorro de tiempo y trámites para los herederos, sino que también evita problemas y deja claras las últimas voluntades de la persona causante. Los familiares pueden recibir igual su parte correspondiente de la herencia sin necesidad de presentar este documento, no obstante, el proceso suele ser más engorroso de lo habitual. Los herederos, además, deben conocer qué entidades bancarias tienen activos de la herencia yacente y cuál es el proceso para reclamarlos. ¿Cuánto tiempo se pueden demorar los plazos?
¿Cuánto tarda el banco en repartir una herencia?
Los herederos tienen que saber en qué entidades bancarias tienen activos sus familiares, pero esto no siempre ocurre. En algunos casos, los descendientes de la persona causante desconocen las compañías en las que su familiar tenía las cuentas, fondos de inversión y/o acciones. Lo primero que tienen que hacer los herederos es acudir a la Agencia Tributaria para solicitar esta información, aunque también pueden realizar la consulta en los bancos de cabecera de la persona fallecida. Una vez entregada en la sucursal bancaria toda la documentación requerida, tienen que cumplir los plazos establecidos para poder retirar el dinero.
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Los familiares de la persona causante tienen que entregar, entre otros documentos, la copia autorizada del testamento —si existe—, la declaración de herederos, la liquidación del Impuesto de Sucesiones —imprescindible para cobrar la herencia— y el certificado de defunción. Además, también tendrán que identificarse con su DNI o NIE. Estos documentos son cruciales para que el banco pueda comprobar que el reparto de la herencia ha seguido las normas establecidas. Las entidades tienen un plazo de un mes para revisar la documentación y ponerse en contacto con los herederos, para que acudan personalmente a firmar la liquidación y cancelación de las cuentas corrientes, fondos de inversión y la posible venta de acciones. Por último, las compañías ordenarán el traspaso del dinero a una cuenta común.