El juez ha dejado en libertad provisional con cargos a dos de los ocho detenidos por el asesinato de dos guardias civiles tras ser embestidos por una narcolancha el pasado viernes en el puerto de Barbate (Cádiz) mientras que los otros seis, que han declarado esta tarde y han sido recibidos con gritos de “asesinos”, irán a prisión. Las dos personas que quedan en libertad fueron a recoger en tierra a varios de los tripulantes de la embarcación tras los hechos, han informado fuentes jurídicas.
La mañana posterior a los hechos, la Guardia Civil detuvo a los primeros cinco presuntos implicados en la muerte de los guardias civiles, tres tripulantes de la narcolancha y dos individuos que acudieron a la costa a recogerles. Al día siguiente, ya este domingo, la cifra de arrestados aumentó a ocho personas, entre las que se encuentra el hombre que presuntamente pilotaba la narcolancha cuando embistió a la zódiac de la Guardia Civil.
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Se trata del vecino de La Línea de la Concepción (Cádiz) F.J.M.P., alias ‘Kiko el Cabra’ y de 46 años. Tiene antecedentes previos por resistencia a la autoridad, desobediencia y blanqueo de capitales. Los otros dos últimos detenidos por los citados hechos son J.I.A.B., de 39 años, sin antecedentes pero numerosas infracciones, casi todas por consumo de sustancias estupefacientes; y M.C., de 25 años de edad, sin antecedentes.
Horas antes ya habían sido detenidas cinco personas, tres de tres de ellas tripulantes de la narcolancha y las dos restantes, que han quedado en libertad provisional, presuntos cómplices que iban a recogerles en un vehículo en el municipio de Sotogrande tras haber abandonado la embarcación en la playa de La Alcaidesa, en La Línea de la Concepción.
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“Falta de medios”
La indignación en el seno del instituto armado en la provincia ante estos asesinatos es notoria. Luis Bueno, secretario de organización de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Cádiz, aseguró a Infobae España que el Servicio Marítimo de la Guardia Civil en el litoral gaditano “no tiene ninguna patrullera operativa” pese a que las embarcaciones del narco “campan a sus anchas” por sus costas. La tarde de este mismo viernes, horas antes del trágico suceso, “seis” narcolanchas se protegían del temporal entre los muelles y espigones del puerto de Barbate.
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Por ese motivo la Guardia Civil desplegó un dispositivo para el que utilizó una pequeña embarcación de los Grupos Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS), una zódiac de apenas seis metros de eslora y 500 kilos de peso que se utiliza para labores de búsqueda de desaparecidos en medios acuáticos como ríos o pantanos. Con ese material pretendían plantar cara a los narcos, que aprovecharon su superioridad para “torear” a la embarcación de la Guardia Civil ante los vítores de numerosos testigos. Después, llegó la tragedia. “Esa zódiac, que utilizan los buzos, se transporta en una furgoneta”, subraya Luis Bueno.