El pequeño pueblo situado a los pies de un parque natural declarado Patrimonio de la Humanidad

Esta villa acoge una arquitectura tradicional increíble que se fusiona a la perfección con los paisajes propios de este destino natural

Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en Huesca (Shutterstock).

Son muchos los pequeños pueblos de montaña que inundan los Pirineos y sorprenden al viajero con sus encantos únicos. Estas villas conforman destinos rurales maravillosos donde poder alejarse del estrés de la gran ciudad y disfrutar de la naturaleza en su máximo esplendor. Y que mejor paraje que el impresionante Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco gracias a sus paisajes únicos.

Muy cerca de este punto se encuentra la localidad de Puértolas, un diminuto pueblo que guarda toda la esencia rural propia del Pirineo oscense. Se enclava en mitad de la comarca del Sobrarbe y se caracteriza por su diversa geografía, la cual incluye desde altas montañas hasta profundos valles, ofreciendo un escenario idílico para los amantes de la naturaleza y el senderismo. Así, la villa se incrusta a los pies del pico Castillo Mayor, lo le otorga una majestuosidad única.

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Arquitectura medieval en los Pirineos

Puértolas, en Huesca (Turismo Aragón).

Con apenas 222 habitantes (INE 2023), esta pequeña villa guarda un pintoresco patrimonio cultural. De hecho, se compone de varias localidades, entre las que se encuentran Buerba, Escuaín, Bestué, Hospital de Tella y suma la particularidad de Puértolas, que le da nombre al municipio. Estas pequeñas poblaciones mantienen una estructura medieval, con calles estrechas y casas de piedra, que hablan del rico pasado histórico de la región.

Así, sus empinadas y empedradas calles muestran un conjunto monumental de gran valor que se traduce en espacios como la iglesia de San Vicente Mártir. Este templo presenta un estilo gótico renacentista propio del siglo XVI, donde se pueden contemplar también trazados pertenecientes al románico.

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Junto a este monumento, destaca también la Torre de la Cárcel, la cual fue construida entre los siglos XV y XVI y ofrece una preciosa vista panorámica del valle del Cinca. Igualmente, fue declarada Bien de Interés Cultural. Por su parte, la Casa Superio es otra de las paradas obligatorias en el pueblo. Se trata de un edificio que sobresale por su fachada principal y la curiosa chimenea troncocónica que se ubica en el tejado. Por si fuera poco, en su patio se ubica un banco grabado que, según cuenta la historia, fue creado por el santo francés y patrón de Puértolas, San Exuperio con su báculo.

Un entorno natural envidiable

Cañón de Añisclo, en Huesca (Shutterstock).

Pero si por algo destaca Puértolas es por estar a las puertas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Este parque es especialmente reconocido por sus impresionantes paisajes, que incluyen cascadas, bosques, cañones y la emblemática figura del Monte Perdido. El acceso a diversas rutas de senderismo permite a los visitantes explorar la rica biodiversidad del lugar, donde puede observarse una fauna y flora única.

Otro elemento de interés es el cañón de Añisclo, que forma parte del parque nacional y ofrece un espectáculo natural impresionante, con profundas gargantas esculpidas por el río Bellos. Este cañón es un destino popular para los amantes de la escalada, el barranquismo y aquellos que buscan disfrutar de la tranquilidad y la belleza del paisaje. Igualmente, destacan las piscinas naturales conocidas como las gorgas de Puértolas, donde el vijaero puede darse un chapuzón en las aguas del río Cinca.

El pueblo de Bielsa se encuentra dentro del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO

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Cómo llegar

Desde Huesca, el viaje es de alrededor de 1 hora y 40 minutos por las vías A-23 y N-260. Por su parte, desde Lleida el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 45 minutos por las carreteras A-22, la Aragonesa/A-138.

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