Un empleado de una multinacional paga 23 millones de euros a un estafador que se hizo pasar por el jefe financiero de su empresa

A través de los ‘deepfakes’, conseguidos gracias a la inteligencia artificial, un hombre fue estafado después de que los ciberdelincuentes se hicieran pasar por un directivo de su empresa

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Las videollamadas son la nueva modalidad de engaño con IA al inspirar un alto grado de confianza en las víctimas. (Unsplash)
Las videollamadas son la nueva modalidad de engaño con IA al inspirar un alto grado de confianza en las víctimas. (Unsplash)

Desde que la inteligencia artificial entrara a sus anchas en nuestra vida a través, de por ejemplo Chat GPT, esta no ha parado de evolucionar. Aunque este término no sea nuevo y se utilice hasta en los algoritmos que de las redes sociales, los ciberdelincuentes también se aprovechan de ella para obtener datos personales y bancarios.

El avance es tal que os timadores están utilizando herramientas basadas en la inteligencia artificial para clonar voces y alterar rostros de personajes públicos o hasta de gente que conozcamos. Los objetivos de esta manipulación pueden ser varios, como por ejemplo, convencernos para hacer una transferencia bancaria.

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Esto es lo que le ha ocurrido a un empleado en una multinacional de los negocios financieros en Hong Kong que cayó en una estafa que hizo que la empresa para la que trabajara perdiese más de 23 millones de euros.

‘Deepfakes’ para estafar 23 millones de euros

Para logarlo, los ciberdelincuentes usaron la técnica del deepfake a través de videollamada. Estos son vídeos excesivamente realistas manipulados con inteligencia artificial: alteran la cara, el movimiento de los labios, la voz o el cuerpo de una persona para que haga o diga cosas que en realidad no han sucedido. En este caso, se hicieron pasar por un directivo del empleado.

Según ha contado un portavoz de la empresa al medio estadounidense CNN, la víctima recibió un mensaje que, supuestamente, provenía del director financiero de la empresa para la que trabajaba. En un principio, sospechó que se trataba de un caso de phising a través de un correo fraudulento, pues en él se solicitaba que realizara una transacción secreta.

El empleado se negó en un principio, pero todo cambió cuando los estafadores pusieron en marcha el plan B: una videollamada. De esta forma, la víctima pondría cara a su jefe y haría la transacción.

De esta forma, fue como el empleado siguió las indicaciones y terminó realizando una transferencia de alrededor de 23 millones de euros (200 millones de dólares de Hong Kong). Además, la CNN ha revelado que la estafa que involucraba al falso director financiero no se descubrió hasta que el empleado consultó con la oficina central por esta “transacción secreta”.

En las declaraciones que tomó la Policía de Hong Kong, el empleado admitió que las personas que se encontraban presentes en la reunión “se veían y hablaban exactamente como colegas”. A través de esta técnica, consiguieron que en ningún momento sospechara de que lo que estaba viendo no era real. “En la videoconferencia de varias personas, resulta que todos los que vio eran falsos”, dijo el superintendente principal Baron Chan Shun-ching a la emisora pública de la ciudad RTHK.

Si bien la estafa del jefe con deepfake puede ser la primera en Hong Kong que utiliza videoconferencias, no es la única estafa que utiliza esta tecnología. En la rueda de prensa realizada el viernes, 2 de febrero, la policía de Hong Kong dijo que había realizado seis arrestos en relación con estas estafas de jefes.

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