Desde hace tiempo, cada vez es más complicado ser aficionado al fútbol en España. Los cambios que se han producido en los último años solo han lastrado este deporte desde el punto de vista de hacerlo casi inaccesible para muchos hinchas. Con unos horarios vendidos al favor de las televisiones, que han llevado a los equipos a tener que disputar partidos un lunes a las nueve de la noche, se hace muy complicado que la afición puedan acudir al estadio. Sin embargo, el hecho más relevante que ha provocado que ir al campo sea todo un privilegio es el precio de las entradas de los partidos. Una situación que ha quedado en evidencia si se comparan los grandes encuentros que hay en la liga española y la alemana.
España es, de lejos, el país con las entradas de fútbol más caras de toda Europa. Y lo cierto, es que si todavía quedaba alguna duda de que esta afirmación era totalmente cierta, la jornada de este fin de semana de LaLiga y la Bundesliga han servido las pruebas en bandeja de plata. En ambas competiciones se enfrentan el primer clasificado con el segundo.
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En el caso español, el Real Madrid recibirá en casa al Girona, un partido que se vivirá y sentirá como si de una final se tratara, dado que ambos equipos se encuentran luchando mano a mano por la corona de la competición. Actualmente, tan solo los separan dos puntos, con los blancos a la cabeza, una situación que podría dar un giro de 180 grados si los albirrojos consiguen sacar los tres puntos en el Santiago Bernabéu. Es decir, se trata de un partido donde es más que necesaria la afición de los dos equipo para que los jugadores sientan el vibrar de las gradas con los canticos de sus hinchas dándoles ánimos y apoyo. El problema es que la entrada más barata para este encuentro asciende a 95 euros. Un precio que gana todavía más perspectiva si se compara con el precio de las entradas en Alemania.
Al igual que ocurre en LaLiga, este fin de semana la Bundesliga tiene una cita de gran relevancia. Se enfrentan el Bayer Leverkusen y el Bayern de Múnich, es decir, los dos equipos que se postulan a campeón del título nacional. Además, entre ambos la distancia es tan solo de dos puntos, lo que hace que el partido de esta jornada sea todavía más importante, dado que si ganan los de Xabi Alonso conseguirían incrementar la distancia con el gigante de Baviera, mientras que si el Bayern se impone en el marcador se pondría a la cabeza de la competición por un punto. La diferencia entre ambos países es que en Alemania, la entrada más barata cuesta 15 euros y la más cara asciende a 70 euros.
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Es decir, la entrada más cara en el partido alemán es más barata que la entrada más barata en el encuentro español. Es cierto, que ambos son dos encuentros destacados y de suma importancia, dada la posición en la que se encuentran los equipos. El problema es que si se observa otro partido de LaLiga española de esta jornada, los precios, aunque más baratos, no se acercan ni de cerca a los 15 euros de Alemania. El partido entre la Real Sociedad y el Osasuna cuenta con un precio de 40 euros, en el caso de la más barata, y 90 la más cara. En este caso, se podría pensar que se trata de un derbi vasco y que las entradas puede aumentar un poco su precio. Pero, en el caso del partido entre el Mallorca y el Rayo, el precio de las entradas más baratas del Son Moix es también de 40 euros.
El fútbol español pone distancia con sus aficionados
Lo cierto es que las condiciones para acudir a ver un partido de fútbol al estadio en España no son las más propicias para invitar a los aficionados a gastarse el dinero y apoyar a su equipo. Tanto los horarios como el precio de las entradas han levantado un muro entre la afición y el equipo, en especial cuando se trata de grandes equipos como el Real Madrid o el Barcelona. Una situación que se ha podido comprobar en el estadio de los azulgranas, donde cada vez las gradas están más y más vacías. Hasta el punto de que en el partido ante el Atlético de Madrid tan solo hubo 34.568 personas. Unos datos que ganan relevancia si se comparan con el clásico de la Liga Femenina, que contó 38.707 espectadores.