‘Mientras seas tú’: el cándido (y emocionante) documental en el que Carme Elías convive con el alzhéimer

Claudia Pinto Emperador decide rodar su tercera y última película con la icónica intérprete, que recorre junto a su lente el progreso de su enfermedad: su presente, su pasado y su incipiente olvido

Carme Elías en una escena de 'Mientras seas tú'

Mientras seas tú es la película más difícil que he hecho nunca. Esta vez no he tenido el amparo de la ficción. No hay un ‘¡acción!’ ni un ‘¡corte!’ que me separe de la realidad”, dice Claudia Pinto Emperador. El suyo fue un ejercicio de sutil ligereza y complicada moral. No en vano, ¿cómo contar un viaje hacia el olvido?

El documental, que llega este viernes a las salas de cine españolas, es un recorrido de cuatro años hacia la comprensión y el entendimiento de una enfermedad que no tiene cura (todavía) y cuyo comportamiento no encuentra un patrón sólido entre las personas que lo sufren. Hay días mejores, otros peores, pero un innegable desgaste cerebral que impide una cotidianeidad. En 2022, la actriz Carme Elías anunciaba que padecía alzhéimer, una enfermedad que le habían diagnosticado en 2019 a raíz de un rodaje en el que comenzó a olvidar los versos del guion que debía interpretar.

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Desde que apareciese en la película Quién te cantará, de Carlos Vermut (recientemente acusado por varias mujeres de abuso sexual) la actriz ha estado alejada de la gran pantalla. El último largometraje en el que apareció fue en Las consecuencias, además de en un par de documentales en torno a su figura y actual condición: Aquí ahora y el previamente mencionado Mientras seas tú.

Nominado en la categoría de ‘Mejor película documental’ en la próxima edición de los Premios Goya, celebrados este sábado en Valladolid, la cinta de la directora, amiga de la propia Elías, nace de la necesidad de atesorar recuerdos y culmina como una obra audiovisual que invita a recapacitar sobre el aquí y el ahora. Mientras seas tú no sólo es un recordatorio de la fugacidad vital, también es la narración de la pasión por el arte y, en el caso de Elías, de la interpretación.

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“Sin saberlo, Carme y yo habíamos estado grabando imágenes para esta película de forma casi premonitoria hace más de doce años. En nuestra primera película juntas, La distancia más larga, narramos el periplo de una mujer que, condenada por una enfermedad, cerraba todos los círculos de su vida y ejercía con valentía su libertad hasta el final. Una historia de ficción que hoy se convierte en espejo de la realidad”, indica la directora.

Mientras seas tú es el recopilatorio de una carrera, de un inicio, de una nueva relación con las primeras veces. A través de los ojos de Elías, la vida se convierte en un bien preciado a atesorar únicamente cuando éste sea digno, pues la intérprete enuncia en diversas ocasiones que su objetivo es contar con una “muerte digna”. Emocionante y brillante a la par que triste, la historia de la actriz catalana se funde en la pantalla entre un diálogo natural con la enfermedad que atesora y que, paulatinamente, borra su relación con los escenarios.

Carme Elías en una escena de 'Mientras seas tú'

Cinco décadas de idilio escénico

Carme Elías comenzó sus estudios de interpretación cuando tenía apenas 14 años y acudía a un pequeño teatro de barrio en su Barcelona natal. El director, Hermann Bonín, le descubrió un apasionante mundo que llevó a Elías a querer a aprender su maestría en la Escuela de Lee Strasberg y el Laboratorio de actores de William Layton en Nueva York. Su primera gran oportunidad le llegó en 1974 con apenas 23 años, representando La señorita Julia con la dirección de Adolfo Marsillach. Con el tiempo se hizo una habitual de los escenarios y, para el año 1981, con Terra baixa de Àngel Guimerà, ya era considerada una de las intérpretes más dotadas de su generación.

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Aunque Elías continuó actuando en teatro con gran éxito, también tuvo la oportunidad de probarse en el cine y la televisión. En los 80 apareció en varias películas catalanas como ¡Victòria! La gran aventura de un pueblo (Antoni Ribas, 1983) o Puente de Varsovia (Pere Portabella, 1989), aunque sin duda sus filmes más importantes fueron La flor de mi secreto, de Pedro Almodóvar y Camino, de Javier Fesser, por la que ganaría su único Premio Goya en 2008.

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