El próximo lunes, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, viajará a Argelia, marcando así un movimiento significativo en la resolución de la crisis diplomática que ha afectado las relaciones entre España y Argelia en los últimos meses. Esta visita, prevista para el próximo lunes, se presenta como una oportunidad clave para consolidar el proceso de reconciliación y estabilización de los lazos bilaterales entre ambos países.
La agenda de Albares en Argelia incluirá una reunión con su homólogo argelino, Ahmed Attaf, donde se espera abordar diversos aspectos relacionados con la cooperación bilateral, así como temas de interés común en el ámbito regional e internacional. La presencia del ministro español en Argelia representa un paso significativo hacia la normalización de las relaciones entre ambos países, tras los desafíos diplomáticos surgidos en el pasado reciente.
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La crisis diplomática entre España y Argelia se desencadenó a raíz del respaldo del Gobierno español al plan de autonomía marroquí para el Sáhara. Este respaldo generó tensiones significativas entre Argelia y España, que se vieron reflejadas en la llamada a consultas del embajador argelino en Madrid en diciembre, así como en la suspensión del Tratado de Amistad por parte del presidente argelino en junio del año pasado.
El gesto de Albares al viajar a Argelia representa un importante esfuerzo por parte del Gobierno español para superar las diferencias y restablecer la confianza mutua entre ambos países. Además, la visita ofrece una oportunidad única para explorar vías de colaboración y diálogo que contribuyan a promover la estabilidad y el desarrollo en la región.
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Es importante destacar que, si bien se han dado algunos avances en la normalización de las relaciones entre España y Argelia, aún quedan asuntos pendientes por resolver, como la reanudación plena de las relaciones comerciales y la restauración del Tratado de Amistad. Sin embargo, el viaje de Albares representa un paso significativo en la dirección correcta y un indicio positivo de un compromiso renovado por parte de ambas partes para avanzar hacia una relación más sólida y constructiva.
En resumen, la visita del ministro Albares a Argelia el próximo lunes marca un importante hito en el proceso de reconciliación y normalización de las relaciones entre ambos países. Se espera que este encuentro contribuya a fortalecer los lazos bilaterales y a abrir nuevas oportunidades de cooperación en beneficio mutuo y en aras de la estabilidad regional.
El origen de la tensión
La crisis diplomática entre Argelia y España se desencadenó a raíz del respaldo del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, al plan de autonomía marroquí para el Sáhara. Este respaldo fue expresado en una carta enviada por Sánchez al rey Mohamed VI de Marruecos, en la que se afirmaba que el plan de autonomía marroquí para el Sáhara era “la base más seria, creíble y realista” para una solución al conflicto en la región.
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Argelia, que tradicionalmente ha respaldado la autodeterminación del pueblo saharaui y su derecho a la independencia, consideró que el respaldo de España al plan de autonomía marroquí fue una traición a los principios y a la causa saharaui. La posición de España, como antigua potencia colonial en la región y miembro de la Unión Europea, fue vista como un giro inesperado y decepcionante por parte de Argelia.
Esta discrepancia en las posturas respecto al Sáhara Occidental, sumada a la histórica rivalidad y competencia por influencia en la región del Magreb, llevó a un enfriamiento de las relaciones entre Argelia y España. La llamada a consultas del embajador argelino en Madrid y la posterior suspensión del Tratado de Amistad por parte de Argelia fueron gestos que reflejaron el malestar y la indignación del gobierno argelino ante la posición española.