Sánchez nombra embajadoras en EEUU y China: las mujeres solo copan el 23% de los cargos diplomáticos

El Gobierno presidido por Pedro Sánchez aprobó el pasado 16 de enero dos nombramientos clave en la diplomacia española: los titulares de las embajadas en dos países tan importantes como EEUU y China, miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. Por primera vez, dos mujeres ocuparán estos puestos. Ángeles Moreno, exsecretaria de Estado de Exteriores, ya ha viajado rumbo a Washington. Marta Betanzos, ex embajadora en Portugal, dirige ya la delegación en Pekín. El Ejecutivo enmarcó estas decisiones porque quiere promover una política exterior más feminista y aumentar la participación de las diplomáticas en esa tarea.

Mucho trabajo queda por delante. Según los datos facilitados por el ministerio de Asuntos Exteriores a Infobae España, nuestro país tiene actualmente 128 embajadas repartidas por todo el mundo, de las que solo 34 de ellas están dirigidas por mujeres (el 26,5%). Si se analizan los 88 consulados, solo 15 están dirigidos por diplomáticas, un 17%. “De un total de 216 representaciones, en 49 de ellas está al frente una mujer, el 23%”, matizan desde Exteriores.

Te puede interesar: La ‘corte’ de Felipe VI: el rey no ha nombrado ningún noble en diez años y para pertenecer al ‘Consejo de la Grandeza’ hay que pagar 300 euros al mes

“Es verdad que la incorporación de la mujer a la diplomacia española se está produciendo de una manera lenta pero constante. Antes de 1992 éramos menos del 10% en la carrera diplomática. Hoy estamos por encima del 30%”, señala Carmen Cano, embajadora en Vietnam y presidenta de la Asociación de Mujeres Diplomáticas Españolas (AMDE). Y es que la carrera diplomática ha sido tradicionalmente un coto de los varones. Aunque Margarita Salaverría fue la primera mujer en aprobar las oposiciones a la carrera diplomática en 1933 e Isabel de Oyarzábal fue la primera embajadora que tuvo España entre 1936 y 1939 (en Suecia), la llegada del régimen franquista cambió las cosas.

Entre 1941 y 1962 las mujeres tuvieron prohibido el acceso a esta profesión. A la muerte del dictador, en 1975, solo representaban el 0,22% del cuerpo. “Pero no pensemos que todos estos vetos eran cuestión de España. En Reino Unido, por ejemplo, si una diplomática se casaba tenía que dejar la carrera”, rememora Cano, que se felicita de los nombramientos de Ángeles Moreno y Marta Betanzos en EEUU y China. “Aunque aún estamos lejos de la paridad, se están rompiendo muchos techos de cristal”.

Un dato. Tan solo en 9 de las 33 promociones que ingresaron entre 1985 y 2019 (esto es, en un 27% del total) las mujeres llegaron a alcanzar o superar el 40% de los aprobados. Algo que ya ha cambiado en las dos últimas promociones: La número 74 (2021-2022) fue la primera en la que el número de mujeres aprobadas superó al de hombres, 21 y 14 respectivamente. Esto se ha repetido en la última promoción realizada hasta la fecha, la 75 (2022-2023), en la que aprobaron 16 mujeres y 12 hombres. A día de hoy, las mujeres ya suponen el 31% del total de la carrera diplomática, con 299 mujeres frente a 670 hombres.

La presidenta de la AMDE pide un esfuerzo al Ejecutivo para que se implanten nuevas medidas que favorezcan la conciliación de la vida familiar en la carrera diplomática, un obstáculo que impide que muchas mujeres den un paso adelante y opten por esta profesión. “Y es que la carrera exige un periodo de nueve años continuados de servicio en el extranjero”, explica Cano. Un informe del Tribunal de Cuentas presentado en 2021 señala que el 74% de las diplomáticas con hijos ponen como primer criterio a la hora de elegir destino el hecho de que la familia pueda acompañarlas. Otro 93% considera que acogerse a las medidas de conciliación tiene incidencia en su desarrollo profesional, es decir, en sus posibilidades de progresar laboralmente.

Las estadísticas también revelan que las mujeres llegan cada vez más preparadas a esta profesión con grandes componentes vocacionales. La oposición supone superar cinco pruebas y pasar exámenes de conocimiento de inglés y francés. Una vez superada esta oposición, se inicia el curso de la carrera diplomática. Da igual los estudios que se tengan. “Yo soy filóloga”, señala Cano. En 2013, por ejemplo, solo aprobaban el 20% de las mujeres que se presentaba. Hoy ese porcentaje ya ha subido al 57%.