El mes de enero ha llegado cargado de cambios. Los pensionistas han visto incrementada su nómina y las condiciones de acceso al retiro han mejorado. La Seguridad Social ha revalorizado un 3,8% las pensiones contributivas, aunque muchos subsidios han crecido por encima de este porcentaje, entre ellos, las pensiones de viudedad, las cuantías mínimas y las no contributivas. La ministra del departamento, Elma Saiz, ha asegurado que los beneficiarios “verán garantizado su poder adquisitivo” durante los próximos meses y ha puesto en valor el papel de los agentes sociales.
Las pensiones dependen de factores como el número de años cotizados, el salario base y la categoría profesional de cada trabajador. La pensión media ha alcanzado este mes de enero los 1.434,9 euros mensuales, pero no todos los españoles cobran lo mismo. Las nuevas cuantías han llegado al bolsillo de los beneficiarios hace un par de semanas, causando sorpresa en muchos hogares. Las pensiones contributivas no son las únicas que han experimentado un ligero impulso. Las no contributivas han subido un 6,9%, mientras que las mínimas han crecido entre un 5% y un 7%.
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Los pensionistas españoles que residen en el extranjero tienen que gestionar una serie de trámites todos los años, de hecho, alguno de los documentos es crucial para seguir cobrando el subsidio. La Seguridad Social ha abierto el plazo para que los jubilados que viven fuera del país puedan llevar a cabo este procedimiento. La fecha límite para realizar la gestión es el próximo 31 de marzo. Si los pensionistas no remiten al organismo la documentación requerida en los plazos establecidos, la prestación quedará suspendida, al menos, de forma temporal hasta que se subsanen los errores. ¿Cuál es el documento en cuestión?
¿Qué es la fe de vida y para qué sirve?
Los trabajadores, para disfrutar de la pensión de jubilación, tienen que realizar una serie de trámites y diligencias, además de cumplir con ciertos requisitos. Los pensionistas que viven en el extranjero, por ejemplo, tienen que presentar todos los años la fe de vida, aunque no siempre resulta necesaria. La Seguridad Social exige este certificado para comprobar que los datos de los contribuyentes están en orden. El documento acredita, con valor de simple presunción, que una persona está viva. Además, también clarifica su estado civil. Esta declaración se puede obtener en la oficina del Registro Civil más próxima al lugar de residencia de los interesados.
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El certificado de fe de vida tienen que solicitarlo los interesados de forma presencial. Los pensionistas pueden obtener este documento mediante acta notarial de presencia, es decir, con el mero hecho de visitar a un notario que certifique por escrito que la persona vive. Además, también pueden hacerse con la declaración en el Registro Civil. Los jubilados españoles que residen en el extranjero pueden conseguir la declaración en cualquier Consulado de España. Los pensionistas que viven fuera del país son los únicos que están obligados a presentar este documento para poder cobrar el correspondiente subsidio. La presentación tiene que formalizarse todos los años entre el 2 de enero y el 31 de marzo. La Seguridad Social utiliza este documento para confirmar que los pensionistas siguen vivos y abonarles la prestación que tienen reconocida.