Una de las fórmulas más habituales de cesión patrimonial por fallecimiento es el usufructo. Esta situación legal, aunque cada vez más conocida, genera muchas dudas en las personas que se ven afectadas. ¿Qué es el usufructo? ¿Cómo liquidar una herencia con usufructo? ¿Quiénes se pueden beneficiar de esta situación y por cuanto tiempo?
De manera muy resumida y clara, el usufructo es una herramienta legal que permite usar y disfrutar de un bien ajeno con todas las garantías por un plazo determinado. Se trata de un derecho recogido en el artículo 467 del Código Civil en los siguientes términos: «El usufructo da derecho a disfrutar los bienes ajenos con la obligación de conservar su forma y sustancia, a no ser que el título de su constitución o la ley autoricen otra cosa».
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En el ámbito de los fallecimientos, las herencias con usufructo son cada vez más habituales. De esta manera, la persona fallecida «protege» a otra y le permite el uso de una vivienda, por ejemplo, de la que no es propietaria, durante un tiempo. Esta persona no tiene la propiedad, sino el derecho de uso: podrá disfrutar de aquellos bienes que le han sido otorgados en usufructo, pero no venderlos o tomar decisiones importantes sobre ellos.
El usufructo debe limitarse en el tiempo. No es un derecho que se pueda otorgar de manera indefinida. En todo caso, puede otorgarse un derecho vitalicio. Esto quiere decir que la herencia en usufructo permite a una persona usar una casa, por ejemplo, mientras viva. Al fallecer, la propiedad será heredada de pleno derecho por quien el propietario original haya determinado. Aunque el caso más conocido de herencia en usufructo es el de la concesión del uso de una vivienda, existen otros bienes que pueden ser contemplados en este tipo de cesión temporal:
- Otros bienes inmuebles: Terrenos, plazas de garaje o viviendas en zonas urbanas o rurales. La persona que recibe el usufructo podrá vivir y hacer uso de ellas o alquilarlas.
- Acciones de empresas: el beneficiario del usufructo no podrá ser considerado socio, esto es algo que se reserva a quien recibirá la propiedad en herencia finalmente, esto es, al nudo propietario, pero sí se beneficiará de los beneficios de la sociedad.
- Dinero: el dinero presenta un caso muy complejo y especial, puesto que es un bien cuyo uso implica su gasto. En este caso, la cesión de dinero en usufructo es rentable cuando existen altos intereses y rendimientos de los que sí puede beneficiarse el usufructuario.
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Cómo se cancela un usufructo
Lo más habitual es la liquidación del usufructo por fallecimiento del usufructuario. Cuando la persona que ha recibido el permiso de uso de la propiedad muere, el derecho de utilización regresa a quien goza de la nuda propiedad, esto es, al heredero legítimo. Sin embargo, existen otros escenarios que conviene tener en cuenta:
- Finalización del plazo fijado por el propietario original.
- Renuncia del usufructuario.
- Acuerdo entre usufructuario y persona que ostenta la nuda propiedad.
Para cancelar el usufructo hay que comunicar el fin del uso por alguno de los motivos anteriores al registro de la propiedad. Además, el nudo propietario tendrá que liquidar los impuestos correspondientes derivados de la obtención total del uso y disfrute de las propiedades.