Tras un año de récords en las llegadas de migrantes a las fronteras españolas, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha denunciado este jueves el descenso en las concesiones de protección internacional a refugiados. El informe “Más que cifras” refleja que, de las 163.220 personas que solicitaron asilo en España en el 2023, solo se ha dado resolución favorable a 11.163 personas, un 12 % del total. En comparación, en el año 2022 se concedieron 14.235, un 16,5 %.
Estos datos rompen la tendencia al alza de los dos últimos años, denuncia CEAR. Además, están muy por debajo de la media de resoluciones favorables europeas que, según apunta la organización, se situó en torno al 40 % en 2023. De todas las peticiones de asilo llegadas a España, se dio resolución a 88.042 de ellas, siendo un 40 % desfavorables. El 47 % restante se resolvieron por razones humanitarias, una protección menos garantista que va dirigida principalmente a personas originarias de Venezuela, explican.
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El estudio elaborado por CEAR muestra que en el 2023 hubo un aumento del 37 % en las solicitudes de asilo. “Todo ello pese a los enormes y graves obstáculos que están teniendo las personas para acceder al procedimiento de asilo”, denuncia la Comisión. Entre las trabas que enfrentan estos migrantes están las dificultades para conseguir citas de asilo, “lo que vulnera la Directiva Europea de Procedimientos”.
Venezolanos y colombianos, principales solicitantes de asilo en España
Los hombres representan un 53 % de los solicitantes de asilo en España. A pesar de ello, cada vez son más las mujeres que se lanzan a las rutas migratorias: los datos de 2023 reflejan que ellas ya suponen un 47 % de las personas que piden protección en España. En general, son personas jóvenes, de entre 18 y 34 años. Las peticiones se registran en su mayor parte en Madrid (52.684), seguidos de Andalucía (25.948) y Cataluña (14.775).
La mayoría de los solicitantes que llegan a España lo hacen en avión, a través de la frontera aérea. Así, son los venezolanos (60.534), colombianos (53.564) y peruanos (14.308) los que más acuden a la península a pedir protección internacional: representan casi el 79 % de todos los requerimientos. Además, se han triplicado las llegadas de nacionales de Rusia debido a la invasión de Ucrania y la situación de los derechos LGTBI. “No obstante”, recalca la organización, " este año ha aumentado considerablemente el número de personas que tienen que arriesgar su vida para llegar a Canarias”.
Como cara positiva, han resaltado el aumento del reconocimiento de personas de El Salvador y Honduras, que ha aumentado del 30 al 35 % y del 16 al 22 % respectivamente. Una dinámica similar se ha visto con los nicaragüenses, para quienes las concesiones han crecido hasta un 64 % “debido en gran parte a la violencia política que azota el país”. No han tenido la misma suerte los colombianos, a quienes se rechaza en un 94 % de los casos.
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En cuanto al continente africano, CEAR llama la atención sobre “la denegación sistemática de las solicitudes de personas procedentes de Senegal”. El país sufre una fuerte crisis sociopolítica, pero España ha denegado el 83 % de las solicitudes que han llegado desde allí.
Barajas y la saturación del sistema de asilo
Si bien estas personas entran a España en avión, la mayoría de las demandas se realizan dentro del territorio nacional. No obstante, en 2023 crecieron un 25 % las peticiones en puestos fronterizos, algo que se ha visto reflejado en el Aeropuerto de Madrid-Barajas. En los últimos meses del año, llegaron más de mil personas que pedían protección a este aeropuerto, un crecimiento exponencial que ha provocado retrasos en la formalización de las solicitudes de asilo y una grave situación de hacinamiento.
La saturación del sistema, sin embargo, venía de mucho antes: CEAR recalca que las solicitudes pendientes aumentan a un ritmo alarmante. Existen a día de hoy un total de 191.095 peticiones de protección internacional pendientes en España, un 56 % más que el año pasado. “Esperan durante meses, e incluso más de un año, una decisión de la que depende su vida y su acceso a derechos fundamentales”, critican.
A pesar de la presión de Barajas, solo el 3 % de las demandas llegan a través de puestos fronterizos, Centros de Internamiento Extranjero (CIE) o a través de extensiones familiares en Embajadas y Consulados españoles. Pero la preocupante situación de Barajas ha llevado al Ministerio del Interior a aplicar entre otras medidas la imposición de un visado de tránsito aeroportuario a nacionales de países como Kenia (activad el pasado 20 de enero) y Senegal (en vigor a partir del 19 de febrero). La directora general de CEAR, Esther Galán, ha denunciado que esta medida se utiliza “cada vez que se produce un aumento de peticiones de asilo de una determinada nacionalidad”. Los visados de tránsito provocan que estas personas “tengan que recurrir a rutas más peligrosas y que muchas tengan que poner su vida en manos de mafias, lo que se traduce en más muertes, sufrimiento y vulneraciones de derechos en las fronteras de Europa”.
“Seguiremos exigiendo por activa y por pasiva que, como contempla la Ley de Asilo, se posibilite solicitar asilo en embajadas y consulados, la única medida efectiva que se debería tomar ante estas situaciones”, concluye Galán.