Dani Alves niega la agresión sexual, tal y como era de esperar. El futbolista, que este miércoles ha tenido que declarar en la Audiencia de Barcelona (tan solo ha hablado durante 20 minutos), no cree que cometiera ningún delito ya que la presunta víctima, según su testimonio, “no le dijo que no quería tener sexo”. El acusado ha relatado su versión de los hechos de aquella noche de diciembre de 2022 en la que acabó en un reservado junto a unas chicas, entre ellas la demandante. Y cuenta: “No estaban incómodas, para nada. Llegaron, nos empezaron a saludar. Empezó una conversación, nos movíamos, hablamos unos con otros. Soy una persona muy cercana, pero con respeto”, ha asegurado.
Alves ha hecho referencia al comportamiento de la presunta víctima, de la que dice que “empezó a bailar más pegada” a él y “a rozar sus partes” con las suyas”. “Un baile típico de discoteca, perrear”, ha aclarado. Y hasta dice que fue ella la que comenzó a tocarle. Cabe destacar que el futbolista ha cambiado varias veces su versión en ocasiones pasadas. En la inicial, negaba cualquier tipo de contacto o coincidencia con la víctima, mientras que después sí confesó que hubo penetración vaginal.
De hecho, cuando la abogada le ha preguntado que por qué mintió en su primera declaración, ha dicho que “le daba vergüenza” por su mujer. “Sólo dije la felación porque pensé que mi mujer me podía perdonar”, ha afirmado. Su pareja, la modelo Joana Sanz, relató este martes que en la madrugada del 31 de diciembre de 2022, Alves entró a la habitación de su casa en la ciudad condal, “se chocó” con un armario, una mesita y “se desplomó en la cama”.
El alcohol como excusa
Alves ha indicado que “la felación fue prácticamente todo el coito”. “Se puso de rodillas delante de mí y ella empezó a hacerme una felación. Me bajé los pantalones y me senté en la taza del lavabo”. Tras esta explicación, ha imitado la posición ante el tribunal. “Después se sentó delante de mis piernas, cuando fue a eyacular y eyaculé fuera de su sexo”, ha agregado. El futbolista ha continuado su relato poniendo como excusa el alcohol, que ha sido la estrategia que ha sido la estrategia que ha seguido la defensa y sus amigos para defenderle. “Cuando salimos de la discoteca, había bebido demasiado. Mi esposa estaba durmiendo en la cama”, ha concluido.
El juicio quedará visto para sentencia este miércoles. Tras la comparecencia de los peritos y la declaración del futbolista, las partes expondrán sus conclusiones definitivas -sus peticiones de condena o absolución para el acusado- y realizarán su último alegato en el trámite de informes. Antes de que finalice el juicio, Alves tendrá la oportunidad de ejercer su derecho a la última palabra.
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Tras echarse a llorar y solicitar un pañuelo, ha contado que le llegó por la prensa que se le había acusado de violación. “Se me vino el mundo encima”, ha afirmado. “Estaba prácticamente arruinado porque me habían bloqueado la cuenta en Brasil y me habían roto todos los contratos”, ha contado entre lágrimas.
A la espera de las conclusiones definitivas
Tras más de un año en prisión provisional, el exfutbolista blaugrana, a sus 40 años, se sentó el pasado lunes en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Barcelona como presunto autor de un delito de agresión sexual con penetración. Se enfrenta, a la espera de las conclusiones definitivas de las partes, a una petición de condena por parte de la Fiscalía de 9 años de cárcel, además de 10 años de libertad vigilada y una indemnización de 150.000 euros para la víctima. La acusación particular, ejercida por la denunciante, eleva su petición a 12 años de prisión, la pena máxima prevista en el Código Penal por ese delito. La defensa, por su parte, pide la absolución y busca reducir al máximo la condena alegando la influencia del alcohol en los hechos.
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Dani Alves fue enviado a prisión provisional por la jueza el 20 de enero de 2023 después de que una joven de 23 años denunciase ante los Mossos d’Esquadra que había sido agredida sexualmente por el futbolista en la discoteca Sutton de la ciudad condal la madrugada del 30 al 31 de diciembre de 2022. La defensa de Alves recurrió la medida de prisión en varias ocasiones, pero la jueza rechazó sus argumentos alegando riesgo de fuga y los cambios en la versión del investigado.