Verónica y Marina han puesto punto y final a sus trabajos en la sanidad pública. La Comunidad de Madrid vuelve a perder a dos sanitarias que, saturadas por la falta de medios y la acumulación de las listas de espera, prefieren renunciar a sus puestos antes que seguir expuestas a la carga emocional que conllevan.
Estas psicólogas, que han desempeñado sus cargos en el Centro de Salud Mental Juan de la Cierva, en Arganda del Rey, desde 2018 y en los últimos años denuncian ser las dos únicas profesionales de salud mental del centro, que abarca una población de más de 200.000 personas. “Nos hemos visto obligadas a cesar de nuestro puesto de trabajo ante la imposibilidad de poder trabajar con unas condiciones mínimas de calidad que garanticen los derechos y necesidades de los pacientes. No podemos más”, asegura la misiva enviada.
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A pesar de sus palabras, Infobae ha preguntado a la Consejería de la Comunidad de Madrid, que asegura que “en ningún momento han trabajado con agendas en sobrecarga, ni se les ha obligado a asumir más trabajo que el adecuado para su jornada laboral, la prestación y el tiempo programado por agenda”.
En su carta de renuncia, las dos psicólogas explican algunas dinámicas que se habían asumido dentro de su trabajo y que no les parecen tolerables, como “estar atendiendo a pacientes más de un año después de haber sido derivados, estando muchos de ellos en situación de crisis e intenso sufrimiento” o “no poder ofrecer atención psicológica ni tratamientos psicológicos con una frecuencia digna, sino una cita cada tres meses”.
Además de las malas condiciones para tratar a los pacientes, las dos sanitarias denuncian haber sido ignoradas pese a sus reclamaciones laborales: “A nadie le importa nuestras demandas, sugerencias y propuestas”, asegura, mientras que reconocen que “la frustración y rabia de la población” termina en sus consultas “a título personal” y no “en hojas de reclamación” o protestas contra el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso.
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Marina y Verónica eran las únicas psicólogas del centro, que se queda desprovisto de profesionales para abordar la cobertura mínima de la sanidad pública madrileña. Además, desde Comisiones Obreras (CCOO) arguyen que ahora solo quedarán allí “un solo psicólogo infanto-juvenil y una lista de espera para personas adultas, en primera consulta, de más de un año”.
El número de psicólogos en la Comunidad de Madrid
“Estamos quemadas, abrasadas, ante la imposibilidad de poder trabajar con unas condiciones mínimas de calidad que garanticen los derechos y necesidades de los pacientes”, sentenciaban las afectadas. La última cita en primera consulta, antes de renunciar estas dos profesionales, era para marzo de 2025, confirman desde CCOO.
Durante los últimos años la población de Arganda del Rey ha contado con dos psicólogas clínicas, frente a 5,5 especialistas/100.000 habitantes que tiene de media de la Comunidad de Madrid, dotación muy por debajo del estándar europeo, de 18 psicólogos por cada 100.000 habitantes.
A pesar de todo, la Consejería de Sanidad y la Comunidad de Madrid restan valor a la carta: “El contenido no es fiel a la realidad que plantean respecto a falta de actuaciones desde la dirección y la jefatura de servicio para hacer frente a demanda asistencial, actuaciones que han sido permanentes y constantes, y que han contado con la participación de profesionales”, zanjan.